La USO sigue manifestando su rechazo a todo tipo de violencia en la sociedad, y apoya todas las medidas que sirvan para acabar con esta lacra social que es la violencia de género.
Creemos que la sociedad debe luchar contra la violencia machista desde la prevención, sensibilización, educación, asistencia y protección a todas las víctimas, sin que los presupuestos destinados a ello se vean mermados por una situación económica que, en gran medida, es la razón del recrudecimiento de la violencia machista ya que hace que aumenten las desigualdades entre hombres y mujeres.
El Gobierno ha valorado mediante la comparecencia del ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, en la Comisión de Igualdad, la aplicación de la Ley en estos 10 años dejando para la próxima legislatura la tarea de reflexionar sobre la ampliación de la Ley Integral de Violencia de Género en los nuevas realidades que se han dado en los últimos años y que quedan fuera de la aplicación de esta Ley y de su protección, dejando el desarrollo de la próxima Estrategia para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer que deberá ser aprobada el próximo año.
Se ha reconocido que se han hecho avances importantes, pero naturalmente insuficientes a la vista de la realidad. Se celebra la aprobación de medidas tales como que las ayudas a las víctimas de violencia de género estén exentas de IRPF y sean inembargables; el nuevo protocolo de valoración del riesgo; que los Juzgados de violencia conozcan de delitos vinculados a la violencia de género o que puedan dictar medidas cautelares respecto de los menores cuyas madres son víctimas respecto de la patria potestad, custodia o régimen de visitas; la coordinación con las comunidades autónomas del Sistema Integrado de Seguimiento en los casos de violencia de género (VioGén).
Aunque objetivamente se ha avanzado en general, la realidad sigue un paso por delante ante nuevas situaciones de violencia que no tienen la protección que deberían, como las madres que siguen siendo víctimas al ser asesinados sus hijos e hijas para hacerles daño. Las cifras siguen siendo escandalosas y no hacen más que confirmar que la violencia de género es una de las peores lacras de la sociedad española.
Desde 2003, 794 mujeres asesinadas
De los datos facilitados por el Gobierno, destacar que desde 2003,un total de 794 mujeres han sido asesinadas. Entre 2007 y 2014 más de un millón de mujeres han presentado denuncia según el Gobierno; más de 500.000 llamadas han sido atendidas en el teléfono de atención a las víctimas 016. Lamentablemente, de las 58 mujeres asesinadas en 2014, 40 no habían presentado denuncia, por lo que algo se sigue haciendo mal.
Según el Gobierno, el gasto global en estos 10 años ha sido de 3.150 millones de euros por el Estado y 982 millones de euros por las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla.
A pesar de los avances, datos como que las órdenes de protección se denegaban un 25% en 2007 frente al 43% de denegaciones en 2014 no son muy positivas si tenemos en cuenta el repunte del número de asesinatos, sabiendo también que algunos juzgados llegan a denegar el 90% de las órdenes de protección.
Desde 2008, año en el que fueron asesinadas 76 mujeres por violencia de género, la cifra se redujo drásticamente en 2009, con un repunte al año siguiente volviendo a cifras insostenibles.
Desde 2011 se ha producido un estancamiento, con 54 mujeres asesinadas en 2013 y el mismo número en 2014 según datos oficiales.
Los meses de verano están siendo especialmente dramáticos, con agostos negros en los últimos años, a pesar de que el Gobierno diga que nos movemos en las mejores cifras de la historia: es un año que sigue la tónica de lo que ocurre en verano, estamos en “las cifras históricamente más bajas, según las propias declaraciones del Ministro.
Aunque las cifras son menores respecto de otros años, no deben servir para conformarse con la tendencia a la baja de los últimos años sin abordar el problema como una prioridad en las políticas y una necesidad urgente en la sociedad.
En 2015, 8 niños y niñas han sido asesinadas víctimas de la violencia machista, cifra que si es muy superior a otros años.
Sensibilización y prevención
A pesar del rechazo mayoritario de la sociedad a la violencia de género, se está cayendo en considerarlo ya inevitable, y salvo cuando ocurren casos tan duros como los ocurridos este verano parece que se vuelve a reaccionar, con comparecencias y anuncios de medidas estrella, que no sabemos muy bien si están dentro de algún proceso con sentido o si son simple propaganda electoral jugando con un tema que es un problema de estado y que no debería tener connotaciones políticas pero que lamentablemente las tiene.
A diferencia de Europa, en España las mujeres no denuncian y menos su entorno, las víctimas tienen miedo, bien por el agresor, por el sistema de protección que no garantiza su seguridad como se ha visto lamentablemente en muchos casos. Tan sólo dos casos han sido denunciados por personas del entorno en 2015.
Sin la prevención seguiremos sumando víctimas, sin la educación en igualdad seguirá aumentando entre los jóvenes las aptitudes machistas y sin una buena intervención y coordinación de todos los servicios sociales y policiales implicados las mujeres seguirán sin denunciar.
La denuncia es un mecanismo efectivo para contribuir a la lucha contra la violencia machista. La víctima debe estar informada y, sobre todo, sentirse respaldada y protegida, por ello se ha de dotar de recursos humanos y económicos a los diferentes ámbitos de la Administración y entidades que trabajan en la atención a las víctimas. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, es fundamental una labor de apoyo y acompañamiento, respondiendo a las necesidades de las víctimas.
Cada 25 de noviembre, la USO denuncia el recorte sistemático de recursos para la lucha contra la violencia de género. Desde 2009 se ha rebajado un 28% la dotación presupuestaria. En 2011 se cerraron 9 de las 10 Oficinas de atención a las víctimas de delitos en Baleares y en 2012 se cerró la casa de acogida para mujeres en especiales dificultades en Málaga.
Desde la USO se ha denunciado también la peligrosa vinculación de las consecuencias de la crisis económica y la Reforma Laboral con el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres que sufren especialmente el desempleo y la precariedad laboral.
Tenemos una Ley pionera y modelo en muchos países que hay que seguir actualizando y, sobre todo, dotando de medios para que todas las medidas que contempla y las nuevas que se incorporen puedan ser eficaces y podamos hablar de una sociedad igualitaria y libre de violencia.
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