Hoy, 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, desde la USO rendimos homenaje aquellos que sufren esta enfermedad, a los que luchan para evitar su propagación y a todo los que combaten el estigma laboral que les toca sufrir.
En las últimas décadas, los medios de comunicación han relegado casi al olvido la preocupación por el VIH pero, sin embargo, debemos recordar que su propagación no se ha frenado, ni en España, ni en el mundo. El pasado 27 de noviembre conocíamos los datos de nuevos diagnósticos del VIH en España: en 2013, la cifra rondará los 3.600 casos. En total se calcula que en España hay entre 130.000 y 160.000 personas con VIH, de las que alrededor de un tercio no lo sabe, según datos del Ministerio de Sanidad. Aumenta el contagio en el sexo entre hombres sin protección (51% de los casos) y los casos entre heterosexuales se sitúan en el 28,5%.
Estos datos demuestran que algo está fallando en la respuesta al VIH. Las campañas de prevención y de diagnóstico precoz no están dando los resultados deseados y, por ello, desde la USO solicitamos reforzar las campañas informativas acerca de esta enfermedad.
Además, el Plan Nacional sobre el Sida ha sufrido importantes pérdidas económicas y humanas y se han paralizado muchas estrategias e intervenciones de educación, investigación, prevención , vigilancia epidemiológica y atención sanitaria, como denuncia la Alianza de Plataformas del VIH y el Sida del Estado Español.
El Informe FIPSE 2009, Integración laboral de las personas con VIH, constató que la tasa de desempleo en las personas con VIH es del 53%. Y no sólo es un problema de salud, sino que los enfermos tienen que hacer frente también a la discriminación y a toda una serie de prejuicios que condicionan su vida, su acceso al empleo y su trato en el trabajo. Desde la USO rechazamos toda estigmatización y discriminación por el estado de salud y repudiamos la vulneración de los derechos humanos en el trabajo.
La recomendación 200 de la OIT sobre VIH, Sida y Trabajo recoge una serie de principios y pautas de actuación, que la USO considera fundamentales, como la no discriminación y promoción de la igualdad de oportunidades y trato; el derecho a contar con servicios de salud por parte de los trabajadores que viven con el VIH, sus familias y las personas a su cargo; la voluntariedad de las pruebas de detección y la confidencialidad de los resultados, sin que estos comprometan el acceso al empleo, la permanencia en el mismo, la seguridad o las oportunidades de promoción, entre otras.
Desde la USO defendemos el principio de Igualdad de todas las personas, sean cuales sean sus circunstancias personales. Por ello, instamos a utilizar la acción sindical para contribuir a la no discriminación y a luchar contra la estigmatización de las personas por su estado de salud, especialmente, por padecer SIDA.
El hecho de tener VIH no supone que la capacidad de trabajo de la persona se vea disminuida. Por ello, no hay justificación para cesar a nadie involuntariamente de su actividad laboral si puede desarrollar su trabajo y se debe respetar la dignidad de la personas así como la confidencialidad de los datos médicos, sin utilizar la vigilancia de la salud con fines discriminatorios. También, en el ámbito del trabajo se debe facilitar la información adecuada sobre las vías de contagio para evitar la discriminación.
Con la información adecuada y haciendo los ajustes razonables en las condiciones de trabajo de la personas afectadas por el VIH se puede evitar la discriminación y la pérdida de personal valioso para la empresa.
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