La Asamblea General de Naciones Unidas declaró en 1990 el 1 de octubre como Día Internacional de las Personas Mayores, reconociendo que el envejecimiento evolucionaba de forma compleja y rápida en el mundo, e instó a los Gobiernos a crear una base y un marco de referencia común para la protección de los Derechos de las Personas Mayores. También la ONU nos recuerda la importante contribución de las personas mayores al buen funcionamiento de la sociedad si se establecen las garantías adecuadas.
Mucho se ha hablado y escrito desde 1990, y hoy, las personas mayores, los jubilados y pensionistas están más en el debate político. Se ha tomado una mayor conciencia colectiva sobre la necesidad de tener una vejez digna, y de que para ello las pensiones deben ser suficientes y seguras, los suministros básicos de energía, gas, agua y luz deberían estar garantizados para lograr ese envejecimiento digno de nuestros mayores.
Desde el comienzo de la crisis, el riesgo de pobreza ha aumentado entre las personas mayores de 65 años pese a los esfuerzos de las Administraciones públicas de corregir y aminorar esa pobreza. La Ley de Dependencia se aplica con mucho retraso y a diferente ritmo de unas comunidades autónomas a otras por lo que se hace necesario y urgente una mayor dotación económica para su funcionamiento pleno en todo el territorio nacional.
Desde AJUPE-USO denunciamos la falta de voluntad de la clase política para llegar a acuerdos en el Pacto de Toledo, tendentes a garantizar más y mejor el futuro de los sistemas públicos de protección social y la revalorización de las pensiones conforme al IPC real. Por ello, AJUPE-USO pide a la clase política que se deje de estrategias y electoralismos partidistas, que tengan el valor y el coraje de buscar el bien común de nuestros mayores y de las generaciones futuras.
Desde el conjunto de nuestra organización, hacemos un llamamiento a la unidad y a una mayor organización de las personas mayores para una mejor defensa de los sistemas públicos de protección social; la no privatización de dichos sistemas; el blindaje de las pensiones en la Constitución como derecho fundamental; una revalorización anual conforme al IPC real y una dotación económica suficiente para que la Ley de la Dependencia se aplique plenamente, contribuyendo así a un envejecimiento activo de nuestros mayores. Entendemos que “envejecer con dignidad” es un derecho de la ciudadanía.
Desde USO queremos caminar hacia una sociedad más justa y solidaria, donde las personas jubiladas y pensionistas, mayores y jóvenes, las personas dependientes, las personas empobrecidas y/o en riesgo de exclusión social, tengan sus necesidades básicas cubiertas.
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