Desde 2008, la Confederación Sindical Internacional viene organizando el 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Una jornada de movilización en la que todos los sindicatos nos unimos para reclamar empleos decentes y el pleno respeto de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
El trabajo decente ha de figurar en el centro de las acciones de los Gobiernos para recuperar el crecimiento económico y construir una nueva economía global que sitúe a las personas en primer término.
En la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, USO reivindica, como parte del movimiento sindical internacional, que en todo el planeta los trabajadores, hombres y mujeres, tengan pleno empleo, con seguridad, con un salario adecuado, en un entorno democrático, donde la negociación colectiva y el resto de los derechos laborales y sociales sean universales.
Este año se ha conseguido un paso más en el reconocimiento del trabajo digno como elemento necesario para lograr un desarrollo inclusivo, integral, donde las diferencias económicas se reduzcan y se elimine la pobreza. La Asamblea de las Naciones Unidas acaba de aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2016-2030, cuyo objetivo 8 reconoce ‘Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos’.
La creciente desigualdad corrompe la democracia. Hay que controlar el mercado y lograr que las personas estemos en primer lugar. Existe un abuso de posición de las multinacionales que controlan las cadenas de valor. De ahí, el peligro de unas negociaciones como las que se están produciendo para lograr un Acuerdo de Libre Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos. Las multinacionales deciden donde se instala tal o cual centro productivo, buscando la competencia a la baja de condiciones laborales de los trabajadores y maquinan ingenierías fiscales para no pagar impuestos a los estados, para beneficiar a sus accionistas, limitando la provisión de servicios públicos universales como la educación o la sanidad.
Pero hay más injusticias y problemas. La USO rechaza la proliferación del trabajo precario, del trabajo informal, del trabajo infantil o, incluso, de la esclavitud y la trata de personas. También están el falso autónomo, la persona que encadena contratos laborales precarios, con un tiempo parcial no deseado, un trabajo doméstico fuera del Estatuto de los Trabajadores, etc. Toda esta precariedad tiene como causa última la ambición empresarial y especialmente la corporativa. ALTO A LA CODICIA CORPORATIVA. En esta Jornada unimos nuestras fuerzas a la CSI para combatirla.
El trabajo digno es un derecho. Es un deber. Revertir la situación es tarea de todos y todas. De los Gobiernos y de los empresarios que quieran ser empresarios y no meros especuladores y comisionistas. Y de nosotros y nosotras. De los trabajadores organizados, del sindicato, del sindicato USO.
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