Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa anual del IPC en el mes de noviembre se ha situado en el -0,4%, siendo la segunda mayor tasa negativa del año, debido al estancamiento del precio de la vivienda, la energía eléctrica y los carburantes. La tasa anual de inflación subyacente y la variación mensual se sitúan en el -0,1%.
“Noviembre supone el quinto mes consecutivo de descenso de los precios, una situación que conlleva graves riesgos que pueden afectar negativamente a la débil economía española”, defiende Joaquín Pérez, secretario de Comunicación y Formación de USO.
“La caída de precios vuelve a poner de relieve la debilidad del consumo interno. España necesita reactivar la demanda interna con el objetivo poner sólidos cimientos a una recuperación, que aún no se aprecia sustancialmente entre las familias, y esa reactivación pasa obligatoriamente por la creación de empleo de calidad y estable”, concluye Pérez.
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