A pesar del descenso anual de desempleados durante 2014, que se cifra en 477.900 personas según los datos de la Encuesta de Población Activa publicada hoy por el INE, hay una realidad social constatable y es que un total de 5.457.700 personas se encuentran en situación de desempleo. Las estadísticas demuestran que se va creando empleo (433.900 personas en los últimos doce meses), pero el ritmo de crecimiento aún es muy lento, alejando en el tiempo la necesaria recuperación del empleo.
Existe aún una cantidad altísima de personas en desempleo, superior a la registrada hace 4 años, que ensombrece los datos de creación de empleo anuales. La realidad social refleja un escenario con importantes diferencias respecto a las cifras oficiales: un importante incremento de la desigualdad social y de la brecha social, en la que el 1% de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre, según datos de Intermón Oxfam.
Para USO, de todas las cifras recogidas en la EPA, las que tienen mayor incidencia en la población son aquellas que recogen la verdadera realidad de los más de 5 millones de desempleados. El año 2014 nos deja una cifra total de parados de larga duración de 3.352.000 personas, que representan el 61% del total del desempleo; 1.766.000 hogares con todos sus miembros en paro, y una tasa de paro juvenil en el 51,8%, un porcentaje aún muy elevado.
Asimismo, la EPA continúa reflejando los resultados del establecimiento de un mercado laboral precarizado en el que la temporalidad y la devaluación salarial son señas de identidad. El INE revela que aumentan en 110.900 los asalariados con contrato indefinido y bajan en 41.000 los de contrato temporal, pero, sin embargo, el empleo a tiempo completo ha bajado en 130.800 personas, mientras que a tiempo parcial se incrementa en 195.900. También se recoge un importante incremento del número de trabajadores por cuenta propia (43.400 en el año 2014), que sustituyen en algunas situaciones a asalariados, incidiendo en la pérdida de estabilidad y en la garantía de derechos laborales.
Debemos reflexionar acerca de la calidad del empleo que se crea. Aunque se aprecia un aumento en la contratación indefinida, éstos esconden, en muchas ocasiones jornadas a tiempo parcial no deseadas por los trabajadores. Además, la duración media de los contratos en 2014 ha sido de menos de dos meses y el 25% de ellos, no llegaron a una semana.
También se debe considerar la caída de la población activa en términos anuales que se reduce en 44.000 personas, fruto del envejecimiento de la población, pero también por la gran cantidad de españoles que emigran en busca de trabajo fuera de las fronteras españolas.
En definitiva, los datos conocidos hoy deben alejarse de discursos triunfalistas y acercarse a la realidad social de la ciudadanía española, que lleva años soportando altas tasas de desempleo y a los que se ofrece como solución un mercado laboral precarizado que contribuye a ahondar en la desigualdad social, situación que de no frenarse traerá graves consecuencias sociales y económicas.
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