El Instituto Nacional de Estadística ha dado a conocer la tasa anual de IPC en el mes de febrero, que se sitúa en el -1,1%, dos décimas por encima de la tasa registrada durante el mes de enero. Transporte, por la subida del precio de los carburantes, y alimentación y bebidas no alcohólicas, son los grupos que mayor incidencia han registrado en esta moderada subida de precios.
La tasa de inflación subyacente se mantiene en el 0,2% y la tasa anual del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en el -1,2%.
“Estos datos continúan demostrando que la tantas veces defendida recuperación económica no llega a las familias. La recuperación real de la economía no se percibe por parte de los ciudadanos, todavía muy condicionados por la inestabilidad laboral y económica de nuestro país. Paulatinamente, los precios se van recuperando, saliendo de una situación de descenso irreal, en la que ha incidido de manera significativa la bajada del precio de las gasolinas”, defiende Joaquín Pérez, secretario de Comunicación y Formación de la Unión Sindical Obrera.
Pero la verdadera realidad es otra: han subido los precios en alimentación, sobre todos los de las legumbres y hortalizas frescas y aceites, y los de las medicinas. Esta realidad es la que afecta directamente a las familias.
En este sentido, desde USO continuamos insistiendo en que la subida salarial y la creación de empleo estable y calidad son los elementos que deben impulsar el repunte del consumo interno. “Por eso, CCOO, UGT y patronal tienen la obligación de alcanzar ya un acuerdo en la negociación colectiva que apueste por el crecimiento de los salarios”, destaca Pérez.
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