La Encuesta de Población Activa publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística, ha arrojado, como ya venían anunciando algunos miembros del Ejecutivo, unos positivos datos en cuanto a creación de empleo. Durante el segundo trimestre de 2015, el paro ha bajado en 295.600 personas, situando el número de parados en 5.149.000 personas y dejando la tasa de paro en el 22,37%, 1,4 puntos menos que en los tres primeros meses de 2015.
El número de ocupados se incrementó este trimestre en 411.800 personas, con una cifra total de 17.866.500 y la ocupación ha aumentado en todo los sectores, con mayor incidencia en Servicios, fruto de las contrataciones de verano. La tasa de ocupación se sitúa en el 46,41%. Cabe reseñar que en la creación de empleo ha tenido mucho que ver el afloramiento de puestos de trabajo que estaban en la economía sumergida.
Además, el número de hogares con todos sus miembros activos en paro desciende este trimestre, en 136.100, aunque no hay que olvidar que 1,6 millones de hogares en España tienen a todos sus miembros en paro.
No cabe duda que estamos ante unos resultados de creación de empleo favorables, teniendo en cuenta la grave situación que ha experimentado el empleo en España en los últimos años, pero no podemos dejar de subrayar la fragilidad del empleo que se crea. La temporalidad de las contrataciones, la parcialidad de las jornadas, los bajos salarios, los horarios excesivos, vuelven a lastrar los incipientes signos de recuperación del mercado laboral. Y esta fragilidad del empleo viene a sumar en el aumento de la desigualdad social y la pobreza.
Hay que subrayar que, del número total de desempleados, el 50,1% son parados de larga duración. Si bien es cierto que este colectivo está experimentando un descenso en los últimos meses, el alto porcentaje registrado debe ser abordado con responsabilidad y urgencia.
Los datos de la EPA vuelven a poner de manifiesto la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de abandonar la situación de desempleo. En el segundo trimestre del año, el número de hombres que encontró empleo (241.200) superó en más de 70.000 al número de mujeres que encontraron empleo (170.600). La tasa de paro masculina es del 20,96%, mientras que la femenina es de 24,01%.
Asimismo, la EPA refleja la dualidad del mercado de trabajo en España. Los ocupados con contratos indefinidos han aumentado en 60.800, mientras que los de contrato temporal lo han hecho en 307.600. La tasa de temporalidad se sitúa en el 25,09%, subiendo en casi un punto y medio.
De nuevo, aflora el empleo precario, estacional y temporal, que no contribuye a fomentar la seguridad y confianza del trabajador sino a acrecentar la desigualdad social y al establecimiento de una nueva clase social: la del trabajador pobre. La ciudadanía necesita que Gobierno y Empresa pongan las bases necesarias para construir un futuro con empleo estable y de calidad.
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