La Red Sindical de Cooperación al Desarrollo-CSI, de la que forma parte USO-SOTERMUN, se reunió del 12 al 14 de diciembre, en París, para estudiar la discusión sobre los indicadores cuantitativos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ‘2030 que servirán para controlar el cumplimiento de los mismos, e incidir en que sean adecuados a las prioridades sindicales.
En septiembre de este año, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó 17 objetivos, que incluyen 169 metas específicas, para erradicar la pobreza, universalizar el trabajo decente, etc., de aquí al año 2030. Es una agenda mundial que afecta a todos los países del planeta, dado que en todos los países la desigualdad y el modelo de producción y consumo han creado bolsas de pobreza y marginación.
Para comprobar, hacer seguimiento y, en su caso, ver las contradicciones, incumplimientos y ponerles remedio, esas metas van a tener indicadores cuantitativos que los departamentos estadísticos pueden evaluar.
El comité internacional estadístico nombrado por las Naciones Unidas tiene que plantear cómo medir el empleo, la economía no formal, etc. Hay indicadores consensuados pero no hay acuerdo sobre paraísos fiscales y elusión fiscal de las multinacionales. Hay una pugna, político técnica para escoger indicadores. Por ejemplo, si se mide la desigualdad en un país, no es lo mismo el índice Gini, que va midiendo 1 a 1% la población y renta que coger como elemento evaluable la riqueza del 40 % del conjunto de la población, porque se diluye el conocimiento de la desigualdad en un país.
En el segundo encuentro de Bangkok se llegaron a acuerdos (verdes) en muchos indicadores, pero sigue habiendo discrepancias en otros muchos, colores amarillos y gris. En marzo de 2016 se hará la aprobación consensuada de casi todos ellos, para que la Asamblea General de las NNUU de septiembre de la aprobación total de los indicadores.
Los sindicatos, a través de los representantes de la RSCD que están en esas discusiones, ya han hecho sus aportaciones y ahora toca el momento de formar coaliciones con otras asociaciones e involucrar a gobiernos para que, dando por supuesto su viabilidad estadística, puedan formar parte de esos indicadores.
Finalmente, la RSCD participó en un segundo encuentro con el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (CAD-OCDE) donde se enfatizó en la importancia del ‘diálogo social’, la necesidad de invertir para crear puestos de trabajo en general y para los jóvenes, y cómo debiera ser los criterios de cooperación del sector privado en la cooperación. Aunque se utiliza en estas reuniones un lenguaje ‘políticamente correcto’ hay que señalar la limitada incidencia en las políticas y recomendaciones de este comité de la OCDE en influir en otros comités de la misma OCDE más ejecutivos y neoliberales.
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