Desde la Unión Sindical Obrera consideramos que, a pesar de los datos positivos con respecto al descenso del desempleo dados a conocer hoy en la EPA, el mercado de trabajo en España tiene pendiente hacer frente a graves desafíos como son el paro de larga duración, el elevado desempleo juvenil así como la alta temporalidad que caracteriza a los empleos que se crean.
La Encuesta de Población Activa correspondiente al cuarto trimestre de 2015 ofrece datos alentadores, como el descenso del número de parados en 71.300 personas o el incremento en 45.500 del número de ocupados. En 2015, ha bajado el desempleo en 678.200 personas, situando la tasa de paro en el 20,9%. Teniendo en cuenta que partíamos de una situación muy crítica, con grandes pérdidas de empleo, es de celebrar esta leve mejoría. Sin embargo, los datos dejan de ser tan alentadores cuando el número de ocupados en 2015 ha crecido tan solo en 525.100 personas, demostrando que la ocupación no crece al mismo ritmo que lo hace el descenso del desempleo.
Desde USO ponemos el foco en el hecho de que la población activa se ha reducido en los últimos cuatro años en 566.000 personas y ha tenido mucho peso e influencia en el descenso del desempleo, ya bien por todos los españoles que dejan nuestro país buscando un trabajo de futuro o por aquellos que, desanimados, abandonan la búsqueda de empleo.
Tres importantes desafíos del mercado laboral
El paro de larga duración es un elemento que precisa de más y mejores medidas para su solución. Del total de desempleados en 2015, que alcanza la cifra de 4.779.500 personas, el 48,7% son parados de larga duración, que llevan soportando una difícil situación durante demasiado tiempo. Tan sólo 17.400 parados de larga duración han encontrado empleo.
En este mismo sentido, a pesar del descenso de hogares con todos sus miembros en paro, la cifra de 1.556.600 hogares en esta situación aún es muy elevada y debe llevar consigo, después de tantos años, medidas políticas urgentes para abordarlo.
Otro de los desafíos del mercado laboral es el desempleo juvenil, cuya tasa se sitúa en el 46,24% en 2015. Los jóvenes continúan aún haciendo frente a muchas trabas para incorporarse al mercado laboral o para lograr empleos que aseguren su futuro. Los jóvenes son carne de empleos precarios y abusos. Sin un plan de empleo joven nacional que garantice empleos dignos para la juventud y que no bonifique la precariedad, no se estará avanzando.
Además, el III Acuerdo por el Empleo, suscrito por CCOO, UGT y patrones, no ayuda en nada en avanzar en la dirección correcta, condenando en muchos casos a que las subidas salariales (de hasta el 1%) en nóminas pequeñas sean imperceptibles.
Por último, desde USO entendemos que la alta temporalidad es un grave problema y una importante traba para alcanzar una recuperación real del empleo. La creación de empleo temporal casi duplica al empleo indefinido que se ha creado en 2015, a pesar de las bonificaciones a este tipo de contratación.
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