La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado hoy su Informe 2016 “Las personas refugiadas en España y en Europa”, en el cual se alerta de que a pesar del fuerte incremento del número de personas que buscaron el año pasado refugio en Europa, tanto la Unión Europea como España adoptaron medidas que han puesto en grave peligro un derecho humano como el asilo. USO, como miembro de CEAR, ha participado en esta presentación y anima a la ciudadanía a participar en la manifestación convocada el 20 de junio, Día del Refugiado, en Madrid, a las 19:00 horas, de Ópera a la Puerta del Sol.
La continuidad de los conflictos en países como Siria, Irak o Afganistán provocó que cientos de miles de personas vieran en Europa la última posibilidad para salvar sus vidas y las de sus familias. Así, el número de solicitantes de asilo en Europa se duplicó en 2015 respecto al pasado año, llegando a 1.321.600 y sólo se resolvieron favorablemente poco más 300.000.
La decisión de los países de la UE de blindar las fronteras y no ofrecer vías legales para solicitar asilo provocó que la mayoría de los refugiados tuviera que arriesgar su vida en el Mediterráneo, sortear vallas de alambre y alargar su recorrido debido a los cierres de frontera. Más de 3.700 personas perdieron la vida en ese periplo, manteniéndose como la ruta más mortal del mundo.
“Primero con su pasividad, y luego con su blindaje de fronteras, Europa ha perdido una gran oportunidad para estar a la altura de sus valores fundacionales y demostrar que se toma en serio los derechos humanos”, sostuvo Estrella Galán, secretaria general de CEAR.
La distribución de las solicitudes de asilo en Europa fue muy desigual. Alemania recibió cerca de medio millón, mientras que España, pese al incremento, se mantuvo entorno al 1% del total. Países como Hungría o Austria dieron a sus políticas de asilo un claro sello xenófobo y autoritario.
Pese al movimiento de solidaridad sin precedentes que se inició en Europa desde septiembre hacia las personas que huyen de la guerra o la persecución, los líderes de la UE fueron incapaces de ofrecer una respuesta común y de cumplir los compromisos que ellos mismos habían establecido. “La diferencia entre la lentitud en el proceso de reubicación y la rapidez con la que se adoptó el acuerdo con Turquía es la mejor muestra la voluntad política de la UE: acogemos a cuentagotas durante meses, cerramos fronteras en un instante”, lamentó Galán.
“Si no se produce un cambio profundo en las políticas de migración y asilo de la Unión Europea, todos los tratados y normativas que reflejan el derecho de asilo quedarán en papel mojado”, alertó Paloma Favieres, coordinadora de los servicios jurídicos de la entidad.
España: récord y retroceso
En 2015, España recibió cerca de 14.881 solicitudes de asilo, la cifra más alta jamás registrada, aunque sigue representando un año más solo el 1% de las que atendieron los países de la UE. Un año más, las personas de nacionalidad siria encabezan el listado de solicitantes, seguidas de las que proceden de Ucrania y Palestina.
Sin embargo, solo se resolvieron poco más de 3.200 solicitudes, de las cuales se aceptó el 31%, un porcentaje muy alejado de la media europea que se situó en torno al 50%. “Resulta muy decepcionante comprobar cómo España apenas pudo ofrecer el año pasado algún tipo de protección internacional a 1.020 personas y reubicar a 18 refugiados de los 16.000 comprometidos”, afirmó la secretaria general de CEAR.
Además, la organización critica en su informe la “congelación” de los expedientes procedentes de Ucrania o Malí en espera de que los conflictos lleguen a su fin, la continuidad de las llamadas “devoluciones en caliente” en Ceuta y Melilla, cuya ilegalidad han establecido diferentes organismos internacionales; así como las dificultades de acceso al procedimiento de asilo en los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Medidas urgentes
Por último, desde CEAR solicitan al nuevo Gobierno y al futuro Parlamento que con carácter urgente en la próxima legislatura se pongan en marcha las siguientes medidas:
- La retirada del apoyo de España al acuerdo entre la UE y Turquía, instando de forma inmediata a la suspensión de su aplicación y a su impugnación ante las vías existentes al efecto.
- La acogida de forma inmediata en España de las personas refugiadas que se encuentran en Grecia e Italia en cumplimiento de los acuerdos de reubicación adoptados por el Consejo Europeo.
- La puesta en marcha de vías legales y seguras de acceso al procedimiento de asilo:
– Habilitar la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados españoles.
– Facilitar la emisión de visados humanitarios.
– Cumplir con los compromisos adquiridos en materia de reasentamiento y con la aprobación de un programa ambicioso y permanente de reasentamiento.
– Flexibilizar los requisitos de reagrupación familiar. - La eliminación de los obstáculos para el acceso al derecho de asilo:
– Poner fin a las devoluciones ilegales de personas migrantes y refugiadas en las fronteras de Ceuta y Melilla.
– Suprimir la exigencia de visado de tránsito aeroportuario impuesto en 2011 a personas de nacionalidad siria. - La trasposición inmediata de las directivas europeas en materia de asilo y la aprobación urgente del Reglamento que desarrolle normativamente la Ley de Asilo, pendiente desde hace casi siete años.
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