De enero a agosto se han firmado 699 convenios colectivos, de los cuales 520 son de empresa y 179 de ámbito superior a la empresa. Un total de 161 convenios de empresa y 10 de sector ha sido firmados por nuevas unidades de negociación. También durante este es se han registrado convenios firmados en años anteriores (7 en 2015 y 3 en otros años).
La negociación colectiva continúa a un ritmo menor que en años anteriores, teniendo en cuenta que en 8 meses de 2016 se han suscrito casi 700 convenios, mientras que en 2014 y 2015 la cifra total de convenios fue de 1.859 y 1.554, respectivamente.
Según la última Estadística de Convenios Colectivos de Trabajo, publicada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la variación salarial media pactada hasta agosto es del 1,09%, teniendo en cuenta 2.453 convenios con efectos económicos conocidos y registrados que afectan a más de 700.000 empresas y a más de seis millones de trabajadores. Desde nuestro sindicato consideramos que este incremento salarial pactado queda muy lejos del “hasta 1,5%” acordado por CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme en el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2015-2017.
La jornada media pactada por convenios se sitúa en 1.756,1 horas al año por trabajador, siendo más elevada en los convenios de ámbito superior a la empresa en 44,7 horas anuales respecto de los convenios de empresa.
Por otra parte, de enero a agosto de 2016 se han depositado 1.019 inaplicaciones de convenio que afectan a 23.324 trabajadores, concentradas la mayoría de ellas en el sector servicios (69,9%) y en pequeñas empresas de hasta 49 trabajadores (86,8%). El 90,4% de estas inaplicaciones se refieren a la cuantía salarial pactada.
Desde USO consideramos que es altamente preocupante la deriva que está tomando las inaplicaciones de convenio, una de las armas principales de la Reforma Laboral para atacar a la negociación colectiva, al producirse en su mayoría en un sector ya de por si precarizado y con salarios muy bajos, como es el de Servicios, hecho que se agrava aún más al realizarse los descuelgues en las empresas de menos de 50 trabajadores, que son habitualmente las menos sindicalizadas y donde los trabajadores y sus derechos son más vulnerables.
La evolución de la negociación colectiva desde la aprobación de la Reforma Laboral de 2012 demuestra que uno de los principales objetivos de esta norma se ha cumplido; el debilitamiento de la negociación colectiva es un hecho. Esta norma supone un ataque frontal a los convenios colectivos y una de las consecuencias de ello es la degradación de las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y trabajadoras en nuestro país. Además de lo dañino de la Reforma Laboral, la situación de la negociación colectiva es un claro síntoma del fracaso del dialogo social, los acuerdos de negociación colectiva firmados por CCOO, UGT, CEOE-CEPYME no han servido más que para afianzar la devaluación salarial y la pérdida de derechos.
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