En la capital europea, los sindicatos afiliados a la Confederación Europea de Sindicatos (CES) han realizado una gran manifestación reclamando un cambio de rumbo de las políticas europeas, marcadas por el “austericidio” y en la precariedad social.
USO ha estado presente con una importante delegación que ha reunido, entre otros, a los Secretarios de Acción Internacional, Javier de Vicente, y a la Secretaria de Acción Sindical e Igualdad, Sara García de las Heras; al Secretario General de la Federación de Industria, Pedro Ayllón, y al Secretario General de la Federación de Empleados Públicos, Luís Deleito; portavoces de cada una de las Federaciones y a la responsable de la Delegación de USO en Bruselas, Marie-Laurence Homburg.
Esta manifestación, que fue precedida en el caso español el jueves 3 de abril por una cincuentena de ellas en diversas localidades españolas, ha contado con el apoyo de todos los sindicatos europeos. Más de 40.000 trabajadores y trabajadoras están participando, belgas (CSC, FGTB, CGSLB), franceses (CFDT, CGT, UNSA, FO), holandeses (FNV), italianos (CGIL, CISL, UIL), alemanes (DGB), polacos (OPZZ,FZZ,NSZZ), portugueses, croatas, eslovenos, suizos,… las diferentes federaciones profesionales, los jóvenes y mayores, componen esta acción reivindicativa. Queremos otro rumbo para Europa.
En vísperas de las elecciones europeas, mientras el ECOFIN y el Consejo y la Comisión Europeos siguen planteando inconsistentemente, pese al sufrimiento que ocasiona, una consolidación fiscal y que los rescates bancarios los paguen la ciudadanía, que se sigan haciendo devaluaciones salariales y sociales; los sindicatos reclamamos un plan de recuperación, un programa de inversión europeo que alcance el 2% del PIB europeo durante diez años. Creemos necesario crear una sólida base industrial, buenos servicios públicos, fortalecer la innovación y un modelo social inclusivo. Es urgente tomar una nueva dirección para estabilizar la situación económica y crear empleos de calidad en una Europa social.
Los sindicatos creemos necesario replantear los sistemas fiscales, evitar el fraude y la elusión fiscal de las multinacionales, revisar el rol del Banco Central Europeo y crear figuras impositivas como el Impuesto sobre las Transacciones Financieras para que también el sector financiero sufrague los costes.
Esta manifestación de los trabajadores y trabajadoras europeos marca un camino diferente a las políticas del “austericidio”. Ahora toca a las diferentes opciones partidarias asumir un compromiso a favor de la Europa social.
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