En 1930, el mundo se comprometió a poner fin al trabajo forzoso mediante la adopción del Convenio del Trabajo Forzoso de la OIT, número 29, que forma parte de los 8 Convenios Fundamentales. El Convenio 29 sobre el Trabajo Forzoso fue diseñado para abordar el trabajo forzoso exigido a las personas en los territorios coloniales de esos años. Con el tiempo, y aún independizadas las antiguas colonias en muchas partes del mundo, han surgido nuevos retos para combatir el trabajo forzoso de hoy en la economía privada, en casas particulares, negocios locales y las cadenas de suministro multinacionales. El trabajo forzoso hoy se ha elevado a un nivel alarmante.
De ahí que la Confederación Sindical Internacional y otras organizaciones sociales como Amnistía Internacional, Antiesclavitud, etc., y tras el aval de expertos y discusiones tripartitas en el seno de la Organización Internacional del Trabajo entendieran conveniente actualizar el Convenio 29 complementándolo con un Protocolo y una Recomendación insertos en las normas de la OIT.
Nuestro sindicato USO, el día 4 de marzo se dirigió a la Ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, por medio de una carta, explicándole estas razones y pidiéndole que el Gobierno español apoyase esas normas complementarias en la próxima Conferencia de la OIT a celebrar a finales de este mes de mayo y comienzo de junio del 2014.
En 2000, el trabajo forzoso y la trata de personas se convirtieron en el negocio criminal tercero más grande del mundo, después de las drogas y el comercio de armas, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. En 2005, la Oficina Internacional del Trabajo estimó que 32 mil millones de dólares en beneficios anuales ilegales se hicieron a espaldas de los trabajadores explotados. Sabemos lo que falta en el marco normativo internacional para cambiar el rumbo. Juristas internacionales coincidieron en que existe una necesidad urgente de adoptar medidas más enérgicas de prevención, una mayor protección de los trabajadores y compensación efectiva de los trabajadores para evitar la “revictimización”. Ellos han preparado un nuevo instrumento internacional vinculante, un Protocolo al Convenio sobre el Trabajo Forzoso de la OIT. Los líderes mundiales han puesto en la agenda del 2014 la Conferencia Internacional del Trabajo en junio en Ginebra. Esta es una oportunidad única. Tenemos hasta junio para que el mundo sepa que es hora de acabar con el trabajo forzoso.
Por eso, la CSI ha creado una plataforma digital desde la cual se puede firmar una carta dirigida a cada una de las personas que son responsables en cada gobierno del Ministerio de Trabajo. Hay que firmar pidiendo a nuestra Ministra de Empleo su apoyo a un sólido Protocolo al Convenio sobre el trabajo forzoso de la OIT: http://act.equaltimes.org/en/protocol
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