La cuenca mediterránea esta siendo el crisol donde convergen todos los dilemas, carencias y dramas respecto a las migraciones desde África –como origen o mero lugar de tránsito- hacia la Unión Europa. En este área confluyen los movimientos de personas que buscan refugio y asilo provocadas por guerras y violencia junto con otras cientos de miles de personas que buscan una mejor perspectiva de vida o que huyen de problemas medioambientales.
En este contexto se ha celebrado un seminario sobre esta problemática organizado por la Fundación Friedrich Ebert de Túnez y Madrid, en coordinación con la Red Sindical de Migraciones Mediterráneas y Subsaharianas (RSMMS), de la que USO forma parte, y de la que son miembros, entre otras, organizaciones sindicales de España, Francia, Portugal, Túnez, Mauritania, Marruecos, Senegal y Níger. El seminario se celebró en Casa Árabe de Madrid con la participación en la apertura de Julio Salazar, secretario general de USO; Unai Sordo, secretario general de CCOO y Pedro Martínez-Avial, director general de Casa Árabe.
En la presentación del seminario, Salazar recogió los aportes de la Resolución General del próximo Congreso de USO sobre migraciones, la ratificación de la defensa de los derechos humanos y de las acciones de igualdad que realiza el sindicato; y el compromiso de USO con los refugiados, a través de su apoyo a las actividades y pronunciamientos que hace CEAR, de cuya Asamblea General USO es miembro.
En el seminario, con aportaciones de representantes de la OIT, la Organización Internacional de Migraciones, Comité Económico y Social Europeo, USO, CCOO, CGIL de Italia, CNTS de Senegal y UGTT de Túnez, se abordaron además de los flujos y dramas de las migraciones Sur-Sur y Sur-Norte, las condiciones de las personas migrantes cuando ya son residentes en un Estado y las condiciones para lograr un trabajo y vida digna. Se habló de la lenta lucha contra el trabajo forzado, las dificultades para conseguir el estatus de refugiado y que tienen muy restringida la movilidad, el trabajo irregular, las mafias del tráfico de personas o de las que explotan a los trabajadores, etc.
Se pusieron sobre la mesa buenos ejemplos de intervención sindical, desde la negociación colectiva y acuerdos marcos internacionales, hasta el que los sindicatos tratasen de organizar a los trabajadores irregulares y propiciasen cambios de leyes para expropiar a `empresarios’ sin escrúpulos.
Se concluyó que un elemento clave es que los países europeos ratificasen la Convención sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familias, de las Naciones Unidas, cosa que ninguno ha hecho y que, en cambio, el resto de los países que integran la RSMMS sí lo han hecho, como marco mínimo de fijar derechos tanto para los trabajadores migrantes con papeles como a los carentes de ellos. Asimismo, establecer que la UE cumpla con sus propios compromisos en el campo del refugio y que sancione políticas xenófobas e incumplidoras con el criterio de acogida.
Otro de los elementos a desarrollar y a extender tiene que ver con las políticas de previsión de la Seguridad Social. Existen varios acuerdos bilaterales entre un país y otro, para la portabilidad de pensiones por ejemplo, pero dejando muchas nacionalidades sin cubrir y con demasiadas carencias.
Por la tarde ya, hubo una reunión de la RSMMS que discutió el plan de trabajo del próximo año y cómo incidir en el posible ‘Pacto Mundial para las Migraciones Seguras, Ordenadas y Regulares’ que se está debatiendo en el seno de las Naciones Unidas y que, con los borradores que se conocen, hay una devaluación de las reglas internacionales actualmente vigentes.
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