Tras diez horas de reunión y varios recesos, la huelga de tripulantes de cabina de Ryanair que comienza a medianoche de este 25 de julio y se prolonga el 26 de agosto sigue en pie por la intransigencia de la empresa: “ha intentado parchear, con ofertas inaceptables, como dar unas cosas sí, otras no. Si aceptas la legislación española, la aceptas en su conjunto, no a tu interés. Hemos intentado ser flexibles, otorgando plazos para la transición y adaptación de todos los contratos, pero lo que quiere Ryanair no encaja en la negociación colectiva española”, explica Ernesto Iglesias, responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo.
Al mismo tiempo que se celebraba la reunión del comité de huelga con la Autoridad Laboral, en otra muestra de mala fe de la compañía, los trabajadores basados en España han estado recibiendo correos electrónicos conminatorios a acudir a trabajar en las jornadas de huelga, incluso a quienes estaban de libranza, so pena de sanciones disciplinarias. “Han hecho una interpretación como han querido de lo que son servicios mínimos y lo han utilizado para amedrentar a los trabajadores. Les han dicho que tienen obligación de presentarse todos a las guardias, cuando no es así. Nosotros ya hemos informado a los tripulantes que solo deben acudir en el caso de tener una citación en tiempo y forma como servicio mínimo, y tomaremos con respecto a estas nuevas amenazas las medidas legales oportunas”, relata Iglesias.
El responsable de Vuelo valora “la mediación intentada por la Dirección General de Trabajo, pero Ryanair ha demostrado en todo momento que solo ha venido porque ha sido citada, sin ninguna oferta bajo el brazo ni actitud negociadora”. 1.807 tripulantes de cabina están llamados a la huelga en España, y casi 3.000 más en Europa. Pedro Alzina, secretario general de USO Sector Aéreo añade que “no van a cumplirse los servicios mínimos porque la propia empresa así lo eligió y canceló unilateralmente cientos de vuelos antes incluso de que Fomento se pronunciase.
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