- Los valores de la aerolínea pierden más del 20% en tres meses al tomar conciencia los inversores de que las reivindicaciones de los trabajadores no cesarán hasta llegar a un acuerdo
Esta semana ha supuesto la coronación al descalabro bursátil de Ryanair, a quien sus accionistas han decidido darle la espalda. “La corporación ha terminado la semana perdiendo el suelo de los 13 euros, partiendo de los 16 hace tres meses. Este es un mensaje claro de que los accionistas sí han comprendido que los mensajes reivindicativos de los trabajadores no son protestas aisladas y que la paz social y el correcto funcionamiento de las operaciones solo se conseguirá si se aparta el despotismo con el que ha conducido su política laboral”, advierte Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
Desde la huelga de abril de los tripulantes de cabina en Portugal y las nulas soluciones aportadas por Ryanair, “la caída de la confianza por parte de los inversores ha sido constante, cerrando cada mes con una cotización más baja. Si bien justo en los dos días de huelga en España tuvo un ligero repunte, se debe al comportamiento lógico de los especuladores: cuando se dan bajadas tan pronunciadas, se hacen inversiones en corto para sacar beneficios inmediatos. Sin embargo, está demostrado que los activos a futuro de Ryanair no van a levantar cabeza hasta que apague todos los fuegos que su intransigencia ha avivado por toda Europa”, continúa Estévez.
“Por nuestra parte, quedó muy claro el pasado miércoles que sí son conscientes de que es una situación irreversible que está empezando a hacer mella en los beneficios de la empresa. Esa ligera apertura a, al menos, escucharnos, vino tras una nueva caída en picado por la oleada de huelgas de pilotos en varios países”, afirma Gustavo Silva, secretario general de la Sección Sindical de USO en Ryanair.
Silva advierte que la suspensión de las negociaciones durante un mes “no significan en absoluto que hayamos cedido ni en nuestras demandas ni en nuestra presión. La reunión de septiembre con los sindicatos con los que comenzamos esta lucha ya estaba programada antes de que Trabajo nos llamara a sentarnos de nuevo y, si ahí se acuerda ir a nuevas huelgas conjuntas, USO lo hará. Para la próxima, además, no descartamos que más países y colectivos se unan”, sentencia Silva.
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