Los sindicatos de la Confederación Europea de Sindicatos que conforman un grupo de trabajo sobre el Mediterráneo, entre ellos USO, se han reunido en Palermo (Italia) del 11 a 13 de octubre. En la reunión han tratado sobre la situación sindical, la libertad de asociación, la autonomía sindical y el diálogo social en los países de ambas orillas del Mediterráneo. La política de vecindad europea, las próximas cumbres de la Unión Europea y las reuniones de la Unión para el Mediterráneo (UpM) estuvieron en la agenda sindical.
La reunión se ha realizado en el marco de la 4ª edición del Festival de la Cultura Mediterránea-SABIR, un encuentro éste de activistas y organizaciones de apoyo solidario al mundo migrante. Esto ha facilitado también una reunión adicional entre los representantes sindicales de la Red Sindical de Migraciones Mediterráneas y Subsaharianas que incluye, junto a los europeos, a los sindicalistas de organizaciones afiliadas a la CSI Árabe.
Diversos participantes sindicales lamentaron que la política europea de vecindad con respecto a los países del Sur de Europa no había sido tan prioritaria para la UE como lo había sido hacia el Este. El desequilibrio comercial y productivo se ha incrementado entre las dos orillas. Además, se denuncia que no hay una perspectiva de cambio estructural ya que la UE busca tratados de libre comercio con escasa garantía de inversiones productivas del sector privado en lugar de una política de incentivos para la mejora democrática de las sociedades. Tampoco hay una apuesta gubernamental sobre el diálogo social que promueva el trabajo decente en la región.
Con respecto a la migración, se rechazaron discursos xenófobos y se transmitieron los datos de la demografía europea que señalan el envejecimiento de la población del continente. También, la necesidad de que los flujos de migración sean seguros y libres de mafias. Igualmente, se señaló lo perentorio de conseguir un desarrollo económico y social para las naciones del continente africano. Y, mientras tanto, se precisa una política europea de inmigración y refugio solidaria, implementando acuerdos de distribución y la modificación del Tratado de Dublín -este tratado encomienda al país europeo a donde llegue una persona refugiada a que se responsabilice de la protección de la misma, sobrecargando los costes de la integración social a los países europeos más accesibles a los lugares de conflicto-.
Las conclusiones del seminario sindical fueron realizadas por la secretaria general de la central italiana CGIL, Susanna Camusso.
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