El comité de empresa de la planta de Alcoa en Avilés, compuesto por USO, CCOO, UGT y APC, ha mantenido hoy una reunión de urgencia tras el sorpresivo anuncio de cierre que la compañía les ha trasladado a mediodía en un encuentro convocado ayer por la multinacional aluminera simultáneamente en las plantas de Avilés, A Coruña y Lugo-San Ciprián.
En esta reunión, el comité ha acordado “estudiar las medidas que vamos a tomar para tratar de revertir la situación que nos ha planteado la empresa”, explica Sergio Sobrido, presidente del comité y delegado por USO, “pero las conversaciones con la empresa solo pasan por el mantenimiento de la actividad fabril y la continuidad de la planta de Avilés”.
Desde el comité, son muy críticos tanto con la multinacional como con los sucesivos gobiernos: “con la empresa, porque no ha acometido las inversiones necesarias en estos últimos años para mantener la competitividad que ahora dicen no tener; y con los gobiernos, porque han llevado una política errática en material industrial y energética, sin ninguna medida que de verdad haya servido para estabilizar el coste de la luz”, continúa Sergio Sobrido como portavoz de los trabajadores.
Los argumentos esgrimidos por la empresa son de carácter organizativo, tecnológico y productivo, además de los ya conocidos factores externos y de mercado relacionados con el precio de la energía y de la materia prima. Factores a los que lleva aludiendo desde su primera amenaza de cierre en 2014.
La comisión de trabajadores para el período de consultas del ERE está citada a una primera reunión de negociación el 31 de octubre a las 16:00 en Madrid.
La planta de Alcoa da empleo directo en Avilés y comarca a 317 trabajadores, que llevan desde 2014 sorteando varias amenazas de cierre por parte de la multinacional. Los trabajadores quieren, además, “lanzar un mensaje de apoyo y solidaridad a los compañeros de A Coruña, que hoy también les han comunicado el cierre”.
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