Esta última semana se ha superado la cifra de 1.000 mujeres asesinadas por su cónyuge, su excónyuge, o por el que esté o haya estado ligado a ella por relación similar de afectividad aun sin convivencia. Este millar de víctimas es tan solo la punta del iceberg si lo comparamos con las que publica cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género, teniendo en cuenta que en la misma no se incluyen la situaciones de violencia introducidas como novedad en el Pacto de Estado de Violencia de Género, el cual permite acreditar las situaciones de violencia de género mediante informe de los servicios sociales, de los servicios especializados, o de los servicios de acogida destinados a víctimas de violencia de género de la Administración Pública competente; o por cualquier otro título previsto en las disposiciones normativas actuales.
Según estos datos, las víctimas de violencia de género con orden de protección o medidas cautelares en 2018 aumentaron un 7,9% respecto al año 2017, con un total 31.286 mujeres víctimas. Desde 2015, el número de víctimas va aumentando año tras año, situándonos de nuevo cerca de la cifra de víctimas registradas en el año 2011.
El número de hombres denunciados en 2018 ha alcanzado la cifra de 31.250, lo que supone también un aumento del 7,8% con respecto a 2017, cifra que supone el mayor aumento en estos cuatro últimos años.
Durante 2018, casi la mitad de las mujeres víctimas de violencia de género (47,3%) se encuentran entre los 25 y 39 años, bajando este tramo de edad respecto a 2017, en que la mayoría de las mujeres víctimas se encontraban entre 30 y 44 años. La edad media de las mujeres víctimas de agresiones machistas es de 36,5 años. Los denunciados tienen una edad media de 39,3 años, encontrándose en su mayoría en la franja de 30 a 44 años.
Un dato alarmante que se observa en la estadística es el aumento de los casos de violencia entre la población joven, pues el número de víctimas entre 18 y 19 años aumentó un 10,9%, siendo la franja con mayor aumento la de las mujeres entre 60 y 64 años, alcanzando el 15,1%. Los hombres denunciados con edades de 18 y 19 años han aumentado en un 14,1%. Con base en estas cifras, desde USO consideramos que no hay que perder de vista a la juventud y que hay que hacer un esfuerzo y una inversión en educación en igualdad entre hombres y mujeres para la erradicación de los roles de género y de la violencia hacia las mujeres en la sociedad.
Violencia doméstica
El ordenamiento jurídico considera como violencia doméstica el ejercicio de violencia física y psicológica ejercida tanto por hombres como por mujeres, sobre los descendientes, ascendiente, cónyuges, hermanos, etc. La cifra en el año 2018 ha sido de 7.388 víctimas, suponiendo un aumento del 6,9% respecto a 2017.
Ahondando en estos datos, también es en violencia doméstica donde las mujeres siguen siendo las que más la soportan, en concreto, 62 de cada 100 víctimas de violencia doméstica son mujeres y 38 de cada 100 son hombres, siendo menores de edad una de cada cuatro víctimas de violencia doméstica.
El número de personas denunciadas durante 2018 por violencia doméstica fue de 5.093 personas, de los que 3.696 fueron hombres y 1.397, mujeres. Así, 73 de cada 100 personas denunciadas son hombres y 27 de cada 100 son mujeres.
Desde el sindicato USO, condenamos cualquier tipo de violencia y ponemos el foco en la especial vulnerabilidad que sufren las mujeres ante cualquier tipo de violencia ya sea física, psicológica, en ocasiones costándole la vida a muchas de ellas por el simple hecho de ser mujer. Esta cifra total de 1.000 mujeres asesinadas desde 2003 en nuestro país, 25 de ellas durante lo que va de año, sacan a relucir que aún queda mucho trabajo por hacer, ya sea desde la educación a niños y niñas en la escuela e institutos hasta la inversión en políticas, formación y medios para las mujeres y, sobre todo, en una mayor protección a las víctimas.
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