USO denuncia que el salario de los gallegos se incrementó ligeramente por encima de la media nacional, “pero a costa de realizar un mayor tiempo de efectivo de trabajo, de aumentar su jornada. Los salarios subieron un 2%, tres décimas por encima del conjunto del país, pero el coste salarial por hora solo se incrementó un 0,6%, lo que evidencia que, si cobraron más, es porque trabajaron más horas”, señala Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO. Son datos extraídos del informe “Galicia: población, empleo, salario y pensiones”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO, presentado en Santiago de Compostela en rueda de prensa, y que actualiza la “Radiografía socioeconómica y laboral de Galicia” de 2018.
Además, y siguiendo precisamente esa evolución de ambos estudios, “el año pasado veíamos que 3 de cada 4 trabajadores había visto cómo su salario bajaba de media un 0,5% y este año ese mismo porcentaje, el 72,2% de los ocupados en Servicios, también han sufrido una revalorización menor, del 1,6%. Si en 2018 hablábamos de que la subida de la industria tiraba de los salarios gallegos, este año ese papel le toca a la Construcción, que ha repuntado con un alza del 6,6% y casi el 3% por hora”, sigue analizando la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO. “Esto tiene una lectura muy clara, que es que Galicia no puede fiar su desarrollo a los Servicios, tiene que apostar por regenerar la industria pesada tradicional y una industria agroalimentaria puntera beneficiada por las condiciones naturales de la región. En Galicia no se puede esperar que un verano salve la economía de todo el año, hay que fijarse en lo que aquí ya funcionó como motor de desarrollo y recuperarlo”.
En relación al parón económico, “se constata en las vacantes ofrecidas. Con respecto al primer trimestre de 2018, han bajado en todos los sectores. Y es falaz que se deba a la subida del SMI o al incremento salarial general: más del 90% de los empleadores lo achacan a que no necesitan ningún trabajador porque no ha crecido su actividad”, argumenta Estévez.
“De este estudio nos preocupa, además, el escaso relevo generacional. La tasa de actividad de Galicia cerró en el primer trimestre del año en un 45,6%: menos de la mitad de la población está en disposición de trabajar y, de facto, la población realmente ocupada solo supone el 40%. El problema no es puntual, ya que el futuro se presenta peor: solo un 16% de la población tiene menos de 20 años, mientras que los mayores de 65 suponen el 25%, dato que se agrava en Lugo y Ourense”, continúa Estévez.
Pensiones por debajo de la media y del SMI
En Galicia, 1 de cada 4 habitantes es pensionista, y tienen un poder adquisitivo más bajo que la media nacional, con lo que tampoco pueden ser un revulsivo para el consumo y la mejora de la economía terciaria de la región. “El importe medio de la pensión se ha recuperado ligeramente con respecto a la media del país, pero si el año pasado hablábamos de un 16,4% por debajo, este año siguen siendo un 15% inferiores. La pensión media se sitúa en 839 euros mensuales, por debajo del actual SMI, pero la pensión más habitual está entre los 600 y los 700 euros y las perciben, sobre todo, las mujeres”, apunta la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
Por ello, desde USO llevamos años pidiendo que “las pensiones deben blindarse: si un SMI de 900 euros es el mínimo considerado para vivir, también debe ser el límite de una pensión. Pero para sostenerlas es necesario crear trabajo estable con cotizaciones altas, que permitan un proyecto de vida que se refleje en un relevo generacional, y debe hacerse una reforma fiscal valiente, con impuestos más altos para las nuevas empresas de plataforma o digitales que no generan puestos de trabajo”, concluye Laura Estévez.
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