- Aumenta el número de contratos descendiendo menos el paro, signo de más temporalidad aún
- Crece el desempleo entre los mayores de 25 años, lo que da una idea del tipo de trabajos que se ven obligados a aceptar nuestros jóvenes
- Las comunidades autónomas vuelven a mandar a los interinos al paro en julio, destruyendo más de 100.000 puestos
El paro ha registrado su peor julio desde 2002, con un descenso de 4.253 personas, frente a las 27.141 que encontraron trabajo este mes en 2018. “La excusa no es que, como ya ha bajado mucho el paro, no puede bajar más. Tenemos más de 3 millones de parados; en 2007 no llegábamos a los 2 millones. Ni entonces, ni mucho menos ahora, hemos tocado el suelo de parados, lo que hemos tocado es el techo de la paciencia de los ciudadanos en cuanto a otro paro, el de acometer políticas efectivas de empleo, que son la principal preocupación de la población”, lamenta Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
Por sectores, “es una paradoja que el paro suba en Servicios, cuando todo el empleo que se crea en verano en nuestro país está ligado a la hostelería y el turismo. Ha bajado en el colectivo sin empleo anterior, lo que da una idea del tipo de contratación que se ha ofrecido, tan precaria que únicamente los parados de larga duración o los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, desesperados por un empleo aunque sea de días, se ven obligados a aceptarla”, continúa Estévez. De hecho, ha sido entre los menores de 25 años donde se ha reducido realmente el paro, con 4.714 empleados más este mes, frente a la subida en el resto de edades.
En cuanto a esa precariedad, “no es una cantinela nuestra como sindicato, lo respaldan las cifras de contratación: ha habido un 4 y medio por ciento más de contratos que el año pasado, pero se ha creado menos empleo y menos indefinido. La ecuación es fácil: los contratos duran menos días aún y son necesarios tantos como semanas tiene el mes para que de verdad una persona tenga trabajo durante todo julio”. La ratio de temporalidad, de hecho, se mantiene peor que en 2018, con solo un 8,5% de contratación indeterminada.
De entre todos los datos, preocupa uno especialmente, y es “la destrucción de empleo en Educación. Supuestamente, ya se cumplía con los interinos y acababan el curso con derecho a vacaciones. Sin embargo, más de 100.000 profesores se han ido al paro en julio, gracias a las triquiñuelas de las comunidades autónomas para no pagarles en verano y volver a contratarlos con el curso ya empezado”, acusa la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
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