“La democracia no es propiedad de los partidos políticos, sino de la ciudadanía, y esta ha demostrado tener mucha más madurez y sensatez que los primeros: si demostró tener unas ideas en abril, no las cambia en seis meses. Ha habido algunos trasvases de votos que han provocado ya incluso movimientos en uno de los partidos, pero el mandato ciudadano es el mismo que el 28A: os tenéis que poner de acuerdo porque España es una sociedad plural y no monocolor, y así se demuestra de la amalgama de partidos que tendrán representación, sea mayoritaria o más pequeña, en nuestro Congreso”, resume Joaquín Pérez, secretario general de USO, el resultado electoral de este 10 de noviembre.
“Ahora los partidos políticos vuelven a tener delante los mismos retos, pero habiendo perdido un año que pagaremos todos, no ellos. Cada cual sabe ya a quién tiene enfrente, con quién negoció y se rompió, o con quién hay más posibilidades de entendimiento. La formación de Gobierno debe ser algo rápido, el país no está para más fotos de reuniones mientras nos llama a la puerta una nueva recesión. Las urgencias son muy claras: dinamizar los sectores productivos que generen un empleo más estable y elaborar un nuevo marco legislativo laboral que se adapte a la realidad que padecemos”, advierte Pérez.
En este sentido, el secretario general de USO profundiza en que “no nos vale con derogar las reformas laborales, porque eso nos dejaría ante una regulación de los años ochenta, pero sí hay artículos que no deben aparecer en la nueva legislación: hay que blindar la negociación colectiva como garantía de los derechos laborales de todos frente al intento de vaciarla de contenido que ha dejado al trabajador en una situación de debilidad para defenderse desde la individualidad. Es obligatorio que la normativa laboral se adapte al trabajo digital, al mal uso de la flexibilidad horaria y al centro de trabajo abstracto. Es obligatorio también que se endurezcan las sanciones para los incumplidores y se afronte un cambio profundo en la fiscalidad que nos permita potenciar las empresas que crean trabajo de calidad de aquellas que solo generan beneficios para unos pocos y en muchos casos, además, se los llevan además a paraísos fiscales. La nueva fiscalidad es básica para sostener el Estado del Bienestar y, con ello, nuestro sistema de pensiones”.
Por último, Joaquín Pérez recuerda que “ha llegado la hora de abandonar la democracia en blanco y negro, la primera democracia nacida de la Transición. Estas votaciones son un grito de la pluralidad de los españoles, y eso ocurre también en el ámbito sindical, no solo en el político. No hay ninguna excusa para mantener la LOLS, una ley sindical que va camino de los 40 años, que es injusta y antidemocrática en sus vetos, al beneficiar únicamente al bisindicalismo e impedir el acceso libre del resto de sindicatos tanto al diálogo social como a las elecciones sindicales en sí mismas”.
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