En torno al 80% de las mujeres tienen asignadas las categorías más bajas con las mismas funciones que los hombres y no perciben un “plus de producción” solo masculino
La Federación de Industria de USO en Galicia, mayoritaria en el comité de empresa de Conservas Calvo, estudia emprender acciones legales contra la compañía por discriminación de género en la planta. La conservera radicada en la localidad coruñesa de Carballo aplica diferentes criterios de salarios, categorías y niveles funcionales entre los hombres y las mujeres de su plantilla.
El sindicato USO pone como ejemplo la brecha salarial que sufren las mujeres que trabajan como carretilleras, operarias de máquina o despaletizadoras. “Tienen asignada la categoría de oficiales de fabricación, de menor remuneración que sus compañeros varones, que ostentan la categoría de oficios varios”, explica Juan García, delegado sindical de USO en Calvo. Y eso, “a pesar de que realizan el mismo trabajo en la fábrica. La diferencia de salario entre unos y otras, realizando idénticas funciones, ronda los 3.500 euros anuales. Y, en otras categorías mejor remuneradas, puede llegar incluso hasta los 6.000 euros, según las tablas salariales recogidas en convenio”, continúa García. Quien incide en la existencia de esa brecha salarial: “una diferencia cercana al 30% que es debida a un ‘plus de producción’ que reciben solo los trabajadores masculinos”.
En total, los delegados de USO estiman en un 80% de las mujeres de Calvo las que sufren la brecha de género. El propio Grupo Calvo ha reconocido una brecha salarial de en torno al 25%, según los datos de una auditoría que denomina “independiente” y que, de momento, no ha hecho pública. Y justifica que esta discriminación se debe a la alta concentración de mujeres en los puestos de operarios (74,4%) y a los conceptos de antigüedad.
La “solución” de Calvo y la propuesta de USO
El delegado sindical de USO lamenta que, como medida considerada por la empresa como “igualitaria”, los trabajadores varones que están firmando ahora contratos eventuales “han visto rebajada su retribución para equipararlos a sus compañeras a la baja, en vez de la opción contrario; es decir, igualar al alza los salarios de las trabajadoras. Calvo usa el convenio a su conveniencia, concediendo la categoría mínima a personas que vienen con titulaciones superiores y acaban realizando tareas de menor cualificación”.
USO, que desde que pasó a conformar la mayoría del comité de empresa ha tenido esta discriminación como prioridad, le pidió a la empresa que elabore una auditoría salarial tras romperse las negociaciones el pasado viernes por discrepancias en cuestiones como la conciliación familiar y las prejubilaciones. “Desde que USO cuenta con 10 de los 17 delegados del comité de empresa, hemos realizado en dos meses hasta cuatro convocatorias del comité de seguimiento del plan de igualdad. Llevaba más de un año sin reunirse y la empresa ha hecho oídos sordos a todas nuestras solicitudes. Si en un plazo de 15 días no nos contestan, no tendremos más remedio que acudir a la vía judicial”,
La comisión de seguimiento del plan de igualdad que entró en vigor en julio de 2019 está parada por discrepancias en la composición de sus miembros. El comité de empresa eligió a tres representantes, todos ellos del sindicato USO, pero la empresa pretende que la comisión la compongan los sindicatos representados en el anterior comité de empresa, con el que llegó al acuerdo para la firma del plan.
Comments are closed.