El trabajo en Black Friday cada vez se parece más al espíritu del día: efímero en tiempo y rebajado en condiciones
Las ofertas, de trabajo efímero o de descuentos, son la definición del Black Friday. Porque hablar de Black Friday es hablar de consumo en su máxima potencia. Es imposible no ver ofertas en tiendas, portales de internet, con suculentas rebajas para ese día. Si bien es cierto que antes eran ofertas que se ceñían exclusivamente al último viernes de noviembre (moda importada desde EEUU), ahora podemos encontrarlas casi desde mediados de noviembre y duran hasta la primera semana de diciembre, en muchas ocasiones: casi una quincena de rebajas.
Quizás en un intento desesperado de salvar la campaña de Navidad o de paliar las pérdidas de meses atrás, este 2020 se espera un Black Friday más agresivo que nunca y de mayor duración. Pero, ¿qué hay detrás de ese aumento de ventas? ¿Cómo repercute en las personas trabajadoras de esos sectores estas rebajas anticipadas? ¿Qué papel jugamos las personas consumidoras en este tipo de campañas?
Sectores laborales más afectados por el Black Friday
Quizás los sectores que más se relacionan con este día de rebajas son la moda, la electrónica y la belleza. Pero también es habitual encontrar ofertas en concesionarios de coches, gimnasios, empresas de electrodomésticos, hostelería… Ni las tiendas de comida animal o comercios de barrio quieren quedarse atrás y terminar de ser comidos por las franquicias y grandes superficies.
Con respecto a 2019, hemos visto un pequeño cambio en la tendencia de contrataciones. Mientras que el año pasado la mayoría de las ofertas de empleo para este día eran para tiendas físicas, refuerzo de la plantilla de venta directa, este año hemos visto cómo la mayoría de las ofertas son para cubrir puestos en almacenes de logística y call-centers. Es la forma “pandémica” de hacer frente a la avalancha de pedidos por teléfono y la preparación de estos para los envíos. Por el contrario, apenas se registran ofertas de empleo de empresas de mensajería y paquetería.
Abusos en los contratos y otras condiciones de trabajo en el Black Friday
Desde USO, cada año en estas fechas de noviembre denunciamos los abusos en la contratación y las condiciones de trabajo de la campaña del Black Friday. Campaña que suele enlazar con la navideña. Como todo en este atípico 2020, marcado por la crisis sanitaria del covid-19, la campaña del Black Friday también se ve afectada por el estado de alarma y las medidas restrictivas implantadas en diferentes CCAA para frenar esta segunda ola. En algunos casos, conllevan el cierre de los comercios no esenciales y limitaciones de movilidad que limitan a su vez la compra presencial. Por ello, van a convertir a la campaña del Black Friday en la más virtual hasta la fecha.
La compraventa a través de internet se ha disparado en nuestro país desde el segundo trimestre, debido al primer estado de alarma y al confinamiento domiciliario. Entre los meses de abril y junio, las ventas on-line se incrementaron un 67% con respecto a 2019 y un 8,3% de los hogares que no compraba por medios digitales comenzaron a realizar compras a través de diferentes plataformas.
Otra importante diferencia con campañas anteriores, que también ha provocado la pandemia, es el alarmante aumento del desempleo en los últimos siete meses y la situación de incertidumbre económica desconocida hasta la fecha y no comparable con las anteriores crisis económicas. España tiene 3.826.043 parados, la contratación sigue desplomándose y, por ejemplo, septiembre duplicó la petición de prestaciones, con 1.194.915 solicitudes: el 93% más que en 2019.
El paro, la inestabilidad y el miedo hacen que las prácticas empresariales y comerciales habituales en campañas como el Black Friday, que consisten altas tasas de rotación con contratos de horas o días en condiciones precarias y abusivas, no encuentren ningún tipo de oposición, dada la necesidad de trabajar al precio que sea.
Contratos temporales: la oferta real del Black Friday
Desde USO, hemos denunciado el incremento de la contratación temporal en los últimos años con motivo de esta campaña. Ofertas relámpago también en el empleo, que no tienen traducción en conversión en empleo estable. Así, entre 2013 y 2018, el aumento de la contratación eventual en noviembre es del 67,79%. Por género, el número de contratos eventuales de varones en el mes de noviembre aumentó un 164,16% en esos años. En el caso de las mujeres, el incremento es del 172,08%.
La contratación precaria en las campañas comerciales de descuentos agresivos como el Black Friday ya no es solo cuestión de jóvenes y estudiantes. En los últimos cinco años, la contratación de personas de entre 40 y 44 años ha aumentado un 70,67%.
Desde USO, hemos analizado 120 ofertas de trabajo exclusivamente para la campaña del Black Friday de diferentes portales de empleo y hemos certificado que los perfiles que se buscan para estas fechas están más relacionados con la venta electrónica que la presencial. Junto con las peticiones habituales de dependientes y promotores comerciales, se disparan las ofertas para tareas de picking y empaquetado; logística y almacén; reparto; marketing telefónico; y atención al cliente.
¿Comparando ofertas? También lo hacemos con las de empleo
Llaman la atención macroofertas de empleo, como los 500 puestos de trabajo que lanza Inditex, y que responden a un cambio de estrategia empresarial. A diferencia de lo que podamos concluir a primera vista, esas 500 vacantes no son para cubrir puestos de dependientes en tienda, sino para manipuladores textiles y mozos y mozas de almacén para la preparación de pedidos. Inditex está cerrando tiendas físicas perfectamente rentables para invertir en el comercio on-line, con menos costes y en tendencia en este momento.
Amazon también lanza una oferta de empleo de 100 vacantes para funciones de recepción de productos en el almacén y el preparado de pedidos con la finalidad de reforzar su centro logístico de Alcalá de Henares debido al aumento de la demanda de comercio electrónico en estas fechas. Como en la mayoría de las ofertas publicadas, entre los requisitos está el contar con una experiencia de 1 o 2 años y disponibilidad para trabajo a turnos de lunes a domingo. En este caso, al igual que en el de Inditex, no se informa del salario.
Las ofertas de empleo analizadas desde USO no varían mucho de las anteriormente referidas: se busca disponibilidad horaria absoluta; en la mayor parte de los casos no se pide ningún tipo de formación, pero si un arco de experiencia mínima en puesto similar de uno a tres años, y se ofrece un salario, en las que se publica, que oscila entre los 7 y los 9 euros por hora.
Es llamativo cómo se solicitan otros requisitos más subjetivos, como dinamismo, proactividad, responsabilidad, flexibilidad, energía y buena presencia, incluso en puestos que no son de cara al público. Todas estas exigencias, además, para contratos de horas o un día.
La tecnología cambia perfiles y requisitos en las ofertas de trabajo, pero no mejora condiciones
Debido al cambio de tendencia hacia la compra masiva a través del comercio electrónico, comienzan a ser cada vez más numerosas las ofertas que requieren más formación y especialización. Por ejemplo, se pide saber de reparación de móviles, ser técnicos informáticos o comerciales con altos niveles en idiomas como inglés o sueco; aunque las condiciones y la temporalidad no difieren de las ofertas habituales en estas campañas.
Por todo esto, desde USO hacemos un llamamiento a todas las personas que trabajen estos días para que se informen de sus derechos: que vigilen que se cumplen sus horarios; que se respeten las horas de descanso; que las condiciones de trabajo y seguridad y salud sean las idóneas; y que, ante cualquier irregularidad en su jornada, la pongan en conocimiento del comité o del sindicato. Estos días, más que nunca, el papel de los delegados y delegadas de personal, miembros de comité de empresa, y delegados y delegadas de prevención es fundamental en aquellos sectores en los que se aumentan las plantillas y donde no todo vale en lo que a condiciones de trabajo se refiere.
Black Friday: los descuentos se aplican en el valor del trabajo
Sirva como ejemplo de precariedad los precios/hora en determinados sectores, como comercio o logística, así como el incremento por hora extraordinaria.
Por ejemplo, en el convenio de Grandes Almacenes, el precio hora para los grupos base y profesional (en el que se engloban personal de cajas, personal de ventas…) es de 7,95 euros y 8,19 euros, respectivamente. Cuentan con un incremento del 30% para las horas extras (10,34 euros en grupo base y 10,65 euros en grupo profesional).
Si nos vamos a un convenio provincial de comercio, como el de Huesca, vemos que el precio/hora para personal de cajas es de 5,78 euros y de 6,22 euros para personal de ventas. La otra diferencia que encontramos es el incremento por hora extra trabajada: del 75% sobre la hora ordinaria. Es decir, 10,11 euros para el personal de cajas y 10,89 euros para el de ventas, y un incremento del 150% si el trabajo es en domingo o festivos.
En el caso del sector de logística y transportes, vamos a comparar, por un lado, el convenio estatal de empresas de mensajerías y, por otro, el convenio de logística, paquetería y actividades anexas al transporte de la Comunidad de Madrid. Mientras que en el primero el precio hora ronda los 5,92 euros, en el segundo, de media, el precio hora es de 4,70 euros. En el caso de las horas extraordinarias, el convenio estatal no recoge esta modalidad. En el de la Comunidad de Madrid, el precio medio de la hora extra se cuantifica en 14 euros la hora.
Información sobre jornadas en comercio y logística
Respecto a las jornadas de trabajo, hay más o menos uniformidad en los cuatro convenios analizados. La diferencia radica en los días libres. De media, la jornada semanal es de 38 horas. Ahora bien, mientras que en el convenio de comercio de Huesca se establece una jornada anual de 1.783 horas, en el de grandes almacenes es de 1.770.
Esta diferencia de horas se debe a la interpretación de las libranzas semanales y la compensación por festivos trabajados. En el caso del convenio de mensajerías estatal, se establece la jornada por semanas; es decir, jornadas de 38 horas semanales, con la aclaración que para el personal de tráfico serán 38 horas semanales de trabajo efectivo con cómputo mensual. Mientras, para el resto de personal es de 38 horas semanales de trabajo efectivo. El convenio de logística, paquetería y actividades anexas al transporte de la Comunidad de Madrid establece una jornada anual de 1.768 horas.
Mensajería, paquetería, reparto, riders… la precariedad llega por vía exprés
Con la crisis sanitaria, los hábitos de consumo han variado: se han disparado las ventas on-line y a nadie le extraña ver una furgoneta de reparto en su bloque de viviendas todos los días. Este cambio de tendencia en cómo realizamos las compras nos debe hacer reflexionar como consumidores finales sobre qué tipo de empleos estamos fomentando.
En los últimos meses, sentencias han reconocido a riders como personas trabajadoras por cuenta ajena y no como autónomos. Y han obligado a esas grandes empresas a regularizar su situación y ponerse al día con la Hacienda Pública y la Seguridad Social.
El Black Friday, aparte de descuentos increíbles para el consumidor, supone una carga extra de trabajo para muchas plantillas. No en todos los sectores se refuerza y no todas las empresas tienen capacidad de hacerlo. Especialmente, por la economía debilitada tras estos meses.
El Black Friday, Día del Soltero, Blue Monday y otro tipo de días importados con hábitos consumistas suponen para muchas personas trabajadoras horas extras de trabajo muchas veces sin remunerar o compensadas con tiempo libre; horarios interminables; presión empresarial para hacer llegar todos los pedidos en una fecha determinada; afrontar una mayor demanda en sus centros de trabajo con el mismo personal… lo que puede suponer un aumento del estrés en esas personas y repercutir en su salud.
Las personas trabajadoras de empresas de mensajería y paquetería ven aumentado de forma considerable su volumen de trabajo. Además, en este sector han visto cómo, desde el inicio de la pandemia, ha crecido su volumen de trabajo por ese aumento de compras. Un ascenso que, en muchos casos, solo afecta positivamente a la facturación de las empresas, pues, con mayor demanda, siguen las mismas personas en plantilla. Ello repercute en las condiciones de trabajo de estas personas trabajadoras: aumento de estrés, horarios más amplios y todo por el mismo salario.
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