La EPA del cuarto trimestre de 2021 confirma que el empleo que se crea es cada vez más parcial, temporal y precario. Si crecen los ocupados, pero bajan las horas trabajadas, estamos ante empleos por semanas y días
2021 cerró con más ocupados y menos paro que 2020, según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último cuatrimestre del año. Unos datos, 615.000 parados menos y bajada de 2,80 de la tasa de paro, que no han servido para volver al volumen de empleo previo a la pandemia.
Así, la creación de empleo anual se sitúa en 840.700 nuevos ocupados y crece hasta los 20.184.900. Sin embargo, España no ha recuperado aún las horas efectivas de trabajo previas a la pandemia. Comparado el cierre de 2021 con el de 2019, aún estamos un 3,80 % por debajo.
“Este dato nos alerta de que el empleo es cada vez más parcial, temporal y precario. Si crecen los ocupados, pero bajan las horas trabajadas, estamos ante un aumento de las jornadas parciales, de los trabajos por semanas y días. En la USO siempre hemos dicho que el empleo está troceado, pero ahora mismo está atomizado”, señala Joaquín Pérez, secretario general de la Unión Sindical Obrera.
Una situación “que debería haber sido la prioridad de la reforma laboral, que se ha quedado en la foto y en medidas superficiales, validando con su aprobación los recortes de las dos anteriores reformas que no se han tocado. Un texto insuficiente y decepcionante que no cumple con su objetivo de recuperar los derechos laborales que se recortaron y ya se dan por perdidos en la nueva ley”, advierte el secretario general de USO.
Destrucción de empleo público
Pérez también alerta “de los empleados de usar y tirar de la Administración”. En este sentido, ha crecido la ocupación en el sector privado (162.500 personas) y se ha reducido en este trimestre en 8.500 la del sector público.
“Las Administraciones Públicas han estado parcheando sus plantillas para atender a la sobrecarga de prestaciones y atención a la ciudadanía derivadas de la pandemia. Sin embargo, esa sobrecarga no se ha terminado y no solo no se estabiliza el empleo público, sino que se finiquitan los contratos de refuerzo. Las Administraciones siguen jugando al margen de las propias reglas que imponen para el sector privado y lo pagan tanto sus empleados como las prestaciones más básicas al ciudadano”, incide el secretario general de USO.
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