USO ha participado en la Escuela de Invierno de la PERC que analiza las principales problemáticas laborales del sur de Europa, Centroeuropa y Europa del Este

La Escuela de Invierno del Consejo Sindical Paneuropeo (PERC, por sus siglas en inglés) ha reunido a los sindicatos del sur de Europa, Centroeuropa y Europa del Este afiliados a la Confederación Sindical Internacional (CSI), para tratar los principales temas que afectan a los trabajadores de esta región.

La pandemia ha aumentado el desempleo o empeorado las condiciones en que se desarrolla este. A esto hay que añadir las múltiples crisis abiertas (Ucrania, Kazajstán) que ponen en peligro la vida de los trabajadores y dificultan el trabajo sindical en estas regiones.

En la Escuela de Invierno de la PERC también se ha abordado el manifiesto del próximo Congreso de la CSI que tendrá lugar del 17 al 22 de noviembre en Melbourne, Australia. En él, se ha recogido la necesidad de un Nuevo Contrato Social a nivel global que incluya las demandas de los trabajadores en materia de trabajo decente, protección de los derechos humanos, salarios dignos, protección social universal, igualdad e inclusión.

Crisis del empleo en la región paneuropea

La situación en Europa (tanto del sur, como de Centroeuropa y de Europa del Este) es compleja debido a las múltiples crisis que han estallado. Por un lado, la pandemia ha supuesto un shock en las economías, que muchos gobiernos nacionales han podido atajar a través de planes nacionales de protección del empleo. Sin embargo, estas medidas están llegando a su fin y el mantenimiento de los puestos de trabajo ya no está asegurado. Por otro lado, la situación en la cadena de suministros, por el elevado aumento de la demanda y la escasez de materias primas, está afectando a la economía provocando paradas en la producción en las fábricas y un aumento de precios.

En este sentido, la solución planteada por la UE para hacer frente a la crisis ecológica -el Pacto Verde Europeo- tiene que atender a las demandas de los trabajadores y crear empleos verdes y de calidad. Un aspecto que ha recogido la secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, quien ha advertido que la recuperación solo será posible si se atajan las diversas crisis interconectadas que apuntan hacia a un agotamiento del sistema económico actual. La desigualdad entre países pero también dentro de los países; el aumento de la precariedad y del empleo informal; el aceleramiento del cambio climático; y los cambios tecnológicos que afectan al empleo y también a la protección de datos, están erosionando la calidad de vida y los derechos de los trabajadores.

Paz y seguridad

En lo que respecta a la situación política en muchas regiones cabe destacar la delicada situación en que se encuentran los trabajadores de Ucrania y Kazajstán.

En Ucrania continúa la situación de tensión ante la posibilidad del estallido de un conflicto bélico, que sitúa la amenaza de las armas nucleares en Europa en un primer plano. El despliegue militar por parte de Rusia en la frontera con Ucrania, así como el actual fracaso en las negociaciones diplomáticas por parte de Europa ponen en riesgo la paz en la región. Desde el sindicalismo internacional se recuerda que los primeros en perder en caso de conflicto bélico son los trabajadores y, especialmente, las mujeres. USO, como miembro de la CSI que forma parte de la campaña “Europa sin armas nucleares”, rechaza las soluciones militares y considera urgente la intervención mediadora de las Naciones Unidas y la comunidad internacional para frenar este escenario prebélico.

En Kazajstán, la oleada de protestas sociales ha sido duramente reprimidas. Estas protestas son el resultado de desigualdades extremas, divisiones sociales y la incapacidad del gobierno para garantizar un desarrollo justo y equitativo en uno de los países más ricos de la región, así como la ausencia de democracia y la persecución a los sindicatos independientes y a la sociedad civil en general. La represión por parte del gobierno acabó con el despliegue de tropas rusas en el país y se saldó con al menos 225 muertos, 4.500 heridos y cerca de 10.000 detenidos. Los afiliados a la CSI que participaron en la Escuela de Invierno de la PERC mostraron su condena a estos ataques y manifestaron su preocupación ante la continua represión de cientos de sindicalistas miembros de sindicatos independientes.