Los salarios subieron menos de la mitad del IPC en 2021 y, además, los más frecuentes son los que están por debajo de la media salarial
La Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE para 2021 muestra una subida salarial general bruta del 2,9 %, pero también muestra que los salarios más frecuentes están bajo la media. salarios bajos son los más frecuentes y que la brecha salarial de género sigue siendo abismal.
Los salarios brutos se elevaron en 2021 en España un 2,9 %. Pero hay que recordar que el mismo año terminó con una subida del IPC del 6,5 %. Es decir, “en realidad, el poder de compra de los salarios se recortó en 3,6 puntos. Los salarios subieron, pero valen para menos. Eso, en USO, no lo entendemos como una subida salarial”, refuta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Así, el salario anual, siempre hablando en términos brutos, fue de 25.896,82 euros. Cifra, no obstante, engañosa, si estudiamos con detenimiento cuál es el salario habitual, y no el medio.
Muchos más sueldos bajos que altos
Hasta el propio INE, en su resumen de la estadística, deja patente la desigualdad salarial: “Una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchos más trabajadores en los valores bajos que en los sueldos más elevados. Este hecho da lugar a que el salario medio sea superior tanto al mediano, como al más frecuente”.
Así, los salarios superiores a 100.000 euros anuales, que representan un pico en la estadística, inflan artificialmente la media salarial y no representan la realidad de la mayoría de los trabajadores. Para aproximarse más a cuánto cobramos los trabajadores, debemos fijarnos en esas otras dos variables. Por un lado, el salario mediano, que fue más de 4.000 euros inferior al medio: 21.638,69. Esto quiere decir que la mitad de la población trabajadora española cobró menos de esa cantidad en 2021 y la otra mitad, más. Por lo tanto, bastantes más trabajadores de la mitad percibieron menos de la media salarial en España.
Y la otra variable significativa es el salario más frecuente. El INE destaca dos cifras, por tener un número parecido de perceptores. El más frecuente fue de 18.502,54 euros (ganancias percibidas por 563.384 asalariados) y el segundo más frecuente, 16.487,22 (lo recibieron 560.327 personas).
El SMI en 2021 fue de 950 de enero a agosto y de 965 euros brutos desde septiembre. El monto en 14 pagas, sin ningún incentivo o complemento más, no llegaba a 13.400 euros. Las ganancias brutas más frecuentes se encuentran poco por encima, en una horquilla entre los 14.000 y los 19.000 euros. “Eso es lo que cobraron la mayoría de los españoles. Un salario limpio de unos 1.000 euros al mes. Esos son los salarios de este país y por lo que USO exige que la subida salarial sea la máxima prioridad en las políticas laborales del próximo Gobierno, lo conforme quien lo conforme”, reclama Pérez.
Las jornadas parciales y su efecto en los salarios
El 17,53 % de las personas trabajadores percibieron en 2021 menos del SMI. La distribución por sexos es muy dispar: el 25 % de las mujeres, el 10,69 % de los hombres. Esto quiere decir que 1 de cada 4 mujeres asalariadas no ganaron siquiera el SMI.
“Teniendo en cuenta que el SMI es el salario mínimo para una jornada completa, la única explicación para no cobrar el SMI completo es no haber trabajado de forma continua o hacerlo por menos horas de la jornada completa. Y, en esto, las mujeres son las más perjudicadas. No solo el 25 % de ellas no llegó a recibir el equivalente al SMI, sino que el 70 % de las mujeres están en el rango más bajo de salarios: hasta 2 veces el SMI. Sin ser tampoco cifras para celebrar, el porcentaje que cobra entre 0 y 2 veces el SMI es del 59 %”, expone Joaquín Pérez.
La brecha salarial equivale a más de dos meses de salario
Las mujeres cobraron de media un 18,4 % menos que los hombres. Es decir, 67 días menos de salario al año. “Esta diferencia se rebaja, que no desaparece, hablando de puestos de trabajo similares. Incluso ahí, en puestos similares, los hombres acaban teniendo unas mayores ganancias brutas por optar a determinadas responsabilidades poco compatibles con el cuidado familiar o por acogerse a menos permisos, por ejemplo”, ilustra Lourdes Pedrazuela, secretaria de Igualdad, Políticas Sociales y Formación de USO.
La brecha de género en la tasa de empleo bajó al terminar el período 2017-2022 en 0,8 puntos. Sin embargo, sigue siendo del 10,7 %. Y las mujeres que acceden a un empleo, a veces, lo hacen con limitaciones de jornada. La mayor tasa de jornadas parciales entre las mujeres se debe, según la encuesta, a: no poder encontrar trabajo de jornada completa (49,4 %) o cuidado de niños o adultos enfermos, incapacitados o mayores (16,5 %). El cuidado, sin embargo, no aparece entre los dos motivos principales de las jornadas parciales de los hombres.
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