-
El 55 % de los trabajadores asturianos tiene más de 45 años y baja la población activa
-
El relevo se hace cada vez más difícil cuando ya un pensionista está sostenido solo por 1,45 ocupados
-
Los asalariados han perdido 3 puntos de poder adquisitivo desde antes de la pandemia
El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha analizado junto con Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias, la situación sociolaboral del Principado en una asamblea de delegados en Gijón, a la que han concurrido casi un centenar de sindicalistas del Principado.
El “Análisis del mercado laboral del Principado de Asturias” le pone cifras al grave problema demográfico que sufre la comunidad autónoma, con la tasa de actividad más baja de todo el país, una pérdida de población activa de 5.200 personas desde antes de la pandemia y un 55 % de trabajadores de más de 45 años.
Es también esa franja, la de los mayores de 45 años, donde se concentra la mitad del paro, un 47 %. “Personas en riesgo de exclusión tanto por edad como por los nuevos empleos a los que puedan optar teniendo que salvar la brecha digital. Además de políticas de desarrollo demográfico, en Asturias es necesaria una recualificación de los parados con recursos públicos gestionados directamente por el Sepepa, por las Administraciones locales o en colaboración con la Consejería de Educación, optimizando los centros formativos. Ya la semana pasada escuchamos al Consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo proponer tomar ese camino y es algo que desde USO llevamos muchos años pidiendo”, expone Joaquín Pérez, secretario general del sindicato.
Porque, atendiendo a la formación, los parados asturianos “no presentan carencias formativas; al contrario, un tercio de ellos tienen estudios superiores, lo que supone 6 puntos por encima de la media nacional. Es más, sumando educación superior, bachiller y FP 1, hay un 67,4 % de parados en Asturias con formación, frente al 52,1 % que suponen de media. Entendemos, por lo tanto, que se trata de falta de adecuación de los conocimientos a la realidad de la empleabilidad de Asturias. Y ahí es donde es necesario actuar, en orientar a esos parados hacia los nuevos empleos”, incide Pérez.
El problema de la edad de trabajadores y parados, con solo 1,45 ocupados sosteniendo a cada pensionista, “es un espejo de la realidad demográfica de Asturias. Desde USO-Asturias apostamos no solo por un impulso fiscal a la natalidad, sino por ayudar a la conciliación, al retorno y a la captación de población”, resume Miguel Rivero.
“En cuanto a conciliación, es urgente la creación de plazas de 0 a 3 y su gratuidad. Favorecer esa conciliación es indispensable para que las personas jóvenes se planteen agrandar las familias y, además, se crea empleo en el sector. Y, por el lado del retorno y la llegada de inmigrantes, también debe haber unos beneficios fiscales y unos itinerarios de ayuda para encontrar vivienda y cuidados a los menores. En el caso del retorno, hay un camino andado en el apego por Asturias; en el caso de la captación, es necesario dar a conocer Asturias no como lugar para el turismo, sino para establecerse”, explicita Rivero.
Un turismo de paso
No solo población de paso, también trabajo de paso. “El boom que hemos experimentado en los veranos posteriores a la pandemia ha disparado en Asturias el sector, pero muy estacionalizado. No es malo aprovechar el tirón, pero sí hay que trabajar para que sea una industria turística estable y sostenible, con una apuesta para la temporada baja por la riqueza natural y cultural que implica recuperar y acondicionar patrimonio. Ni un trabajador puede vivir de trabajar tres meses al año ni se promoverán nuevas empresas que durante ocho meses solo generen gastos. Si se apuesta por el turismo, debe convertirse en un sector fuerte; pero, además, debe ir siempre acompañado de industria, investigación, microempresas que dinamicen las zonas rurales y servicios públicos de calidad”, reflexiona el coordinador de USO-Asturias.
Porque si hay un dato que llama la atención en Asturias sobre el empleo es cómo se ha disparado la temporalidad desde antes de la pandemia. “Y la principal culpable es la propia Administración. Mientras se ha reducido en la empresa privada, aunque aún sea inaceptable el 14 %, en el sector público se ha disparado del 27 a casi el 42 % de temporalidad. Casi la mitad de los empleados públicos asturianos son temporales. Eso merece un tirón de orejas a los tres escalones y la exigencia de que se aceleren los procesos de estabilización y tantos procesos de empleo público como sean necesarios para prestar unos servicios de calidad y dignificar el empleo en él”, pide Joaquín Pérez.
Por último, el secretario general de USO analizó el tema central de la asamblea con los delegados, que es la subida salarial como asunto prioritario en la negociación colectiva. “Desde la pandemia, los asturianos regidos por convenio colectivo han perdido de media 3 puntos de poder adquisitivo. Pero ahora mismo afrontamos un proceso inflacionario soterrado, que figura en el IPC subyacente y no en el real, que está empobreciendo la economía familiar cebándose con los productos básicos. La negociación colectiva debe ser la llave para una fuerte subida de salarios generalizada que debe comenzar con un nuevo envite al SMI hasta sobrepasar los 1.200 euros y situarse en el 60 % del salario medio, tal y como se solicita desde Europa”, concluye Pérez.
Comments are closed.