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El último trimestre del año destruye 211.100 jornadas completas y se crean 192.100 activos a jornada parcial
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El paro sigue duplicando la media europea
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932.400 hogares tienen a todos sus miembros en paro
El empleo a tiempo completo descendió en el último trimestre del año en 211.100, mientras que aumentaron las jornadas parciales en 192.100. Es la nota más negativa que deja la EPA de cierre de 2023, que refleja no obstante la tendencia en contratación que se está observando en los datos mensuales del paro.
En cuanto a los datos anuales, son, en conjunto, más positivos que los trimestrales, con bajada del paro y subida de los ocupados, incluyendo el aumento de las jornadas completas. No obstante, la tasa de paro de 2023, del 11,76 %, sigue siendo prácticamente el doble del paro europeo, que se sitúa en el 6,4 %.
“La repartición del trabajo sigue siendo para USO una de las grandes preocupaciones del mercado laboral. Es muy bueno que baje el paro, es muy bueno que suba la ocupación, pero tenemos la duda de si de verdad se está creando empleo y hay un dinamismo económico de crecimiento. Por ejemplo, se perdieron 19.000 ocupados en el último trimestre. Pero esta bajada habría sido aún mayor sin el empleo público, que creó 58.600 puestos. El empleo del sector privado bajó en 77.600”, analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Además, y a pesar de haber bajado el desempleo, “repuntan levemente en este último trimestre los hogares con todos sus miembros en paro. Y son casi un millón de hogares. Que el paro esté concentrado en familias o grupos completos acrecienta las desigualdades y está detrás de que la pobreza estructural siga aumentando. Por eso USO reclama más políticas de protección social contra la creciente desigualdad y exclusión, acometer la eterna asignatura pendiente de la reforma fiscal y, por supuesto, corregir toda esta desigualdad con empleo estable y de calidad, no con unas de trabajo al mes o a la semana”, reivindica Pérez.
Por último, el secretario general de USO pone el foco en “los datos demográficos que nos presenta la EPA. No es solo una encuesta sobre el trabajo, sino que nos alerta de otros riesgos estructurales. Sobre la nacionalidad de los nuevos trabajadores, se da un descenso entre los españoles y crecen los activos extranjeros. Y el INE explicita que es fruto de las diferentes pirámides de edad de ambos grupos poblacionales”.
Por esto, incide, “las medidas para mejorar el empleo deben ser transversales. No retener a nuestros jóvenes por falta de oportunidades va contra el futuro del empleo; no facilitar la corresponsabilidad y la conciliación va contra el futuro del empleo; criminalizar la inmigración va contra el futuro del empleo. Y, por supuesto, es el principal peligro para sostener las pensiones. Porque un mercado laboral sano sostiene las pensiones sin necesidad de ningún recorte”, concluye Pérez.
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