Solo 2 de cada 10 padres utiliza el permiso paternal de manera corresponsable, por lo que el peso de los cuidados sigue recayendo en las madres

Únicamente un 20 % de los padres usa el permiso paternal de forma corresponsable. Es decir, solo 2 de cada 10 hombres lo utilizan por nacimiento y cuidado del menor, siendo las madres las que siguen capitaneando el peso de los cuidados. De hecho, el 50 % de ellos lo emplea en el mismo período que la madre y aún no es habitual una etapa asumida al 100 % por el padre, tras el agotamiento de las 16 semanas de la mujer.

¿Cómo incide el nuevo diseño de los permisos de nacimiento en la corresponsabilidad? Un análisis con registros administrativos de la Seguridad Social de 2016 a 2023, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Hacienda, arroja estos resultados.

Desde la unificación de los permisos de maternidad y paternidad en 2021, los hombres lo han ejercido y han ido incrementando su uso hasta el 100 %. El equipo que realizó este estudio sostiene que, a mayor legitimidad social, más utilización por parte de ellos. Según los últimos datos analizados, del 100 % de los que utilizaron el permiso en 2022, solo el 3,1 % usó únicamente la parte obligatoria, es decir, 6 semanas.

El permiso parental ha mostrado una evolución positiva en los hombres. Hemos pasado de un promedio de 81 días en 2020 a un total de 110 en el primer trimestre de 2023. En ese mismo año, el 91,6 % de los que utilizaron el permiso lo agotaron.

Las mujeres siguen siendo las cuidadoras principales

Pero, según este informe, el 95 % de las madres utiliza las 16 semanas de forma ininterrumpida tras el parto. Por su parte, el 50 % de los hombres usa el permiso coincidiendo con la mujer.

Y únicamente el 20% de los padres lo fracciona para ampliar el periodo de cuidados del bebé. Es decir, 6 semanas tras el parto y las 10 restantes, cuando la madre ha concluido su permiso. Estos datos nos indican que las mujeres siguen teniendo el rol de cuidadoras principales. Ellos, sin embargo, asumen un papel de colaboradores secundarios. Solamente, 2 de cada 10 contraen las tareas de forma principal.

La existencia de los permisos por nacimiento y cuidado del menor constituye un gran avance en España. Nuestro país es un referente a nivel mundial en la materia, ya que contamos con permisos en igualdad de condiciones para mujeres y hombres. Además, son intransferibles para fomentar la repartición igualitaria de los cuidados.

Un aspecto fundamental es que son remunerados, con lo cual hablamos de derechos adquiridos para las personas trabajadoras. Sin embargo, el desafío real lo constituye la corresponsabilidad en las tareas. La concesión es una parte muy importante, pero no nos garantiza que se utilice para lo que está concebido.

USO considera que “hace falta contar con datos de cómo se reparten las tareas en los hogares y las responsabilidades que asumen los hombres y las mujeres. Socialmente, se mantienen estereotipos de género, que se reflejan visiblemente en los cuidados. Por ello, hay que trabajar en esta materia en la que queda mucho”, asume Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación del sindicato.

Hay un mayor equilibrio y una menor discriminación

Dentro de los beneficios del cuidado infantil por parte de los hombres, este estudio nos apunta que emplean más horas y hay un mayor apego de padres e hijos. Por otra parte, existe un menor desequilibrio en los cuidados y menos penalización por maternidad. Otro hito recientemente conocido es que al fin las custodias compartidas tras los divorcios superan a la exclusividad materna, aunque las exclusivas de los hombres siguen siendo mínimas.

En su conjunto, es un cambio de cultura en el que se normaliza que los padres y las madres estén ausentes del trabajo. Al menos, durante 16 semanas para cuidar a sus hijos recién nacidos, además del permiso para el cuidado de lactantes.

Desde USO, consideramos que contar con permisos remunerados es fundamental para lograr la corresponsabilidad. Y esto sirve, también, para una mayor conciliación entre la vida familiar y la laboral.

En España, existen avances muy grandes, pero aún nos queda mucho. Los cuidados no deben ser un privilegio, como es el caso del permiso parental de 8 semanas para cuidados, que aún no está retribuido.

Además, hay que garantizar un reparto equitativo en esta tarea. Es tiempo de abandonar los estereotipos de mujeres cuidadoras y hombres protectores. Tenemos que seguir trabajando para conseguir que ellas vivan en igualdad.