La Seguridad Social registró una pérdida neta de empleo en agosto de 2.345 afiliados, más de un 60 % eran indefinidos a tiempo completo

El Régimen General de la Seguridad Social registró en agosto una pérdida neta de empleo de 2.345 afiliados. Es decir, se destruyó más empleo del que se creó. Pero, si nos fijamos en qué empleo se destruyo, los datos no solo son malos cuantitativamente, sino también cualitativamente.

El mayor saldo negativo entre nuevos contratos y bajas se da entre los indefinidos a tiempo completo. Suponen el 61,36 % del empleo perdido: 1.439 de 2.345. Por detrás vienen los indefinidos a tiempo parcial, 739, y los fijos discontinuos, 464. El saldo solo es positivo en la creación de empleo temporal: 878 a tiempo completo y 78 a tiempo parcial.

Estos son algunos de los datos que recoge el estudio sobre el Análisis del mercado laboral: paro, contratación y empleo, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO para agosto de 2024.

Otra referencia que preocupa en USO es cuánto duran los contratos. Porque, si bien es cierto que hay un saldo positivo interanual de 482.902 afiliaciones, no podemos alegrarnos de cómo se consiguen. Para ello, ha sido necesario suscribir 15.256.391 contratos. Es decir, cada afiliado neto anual necesita de 31,6 contratos, 2,6 al mes.

Esto supone que, a pesar de la subida estadística de firmas de contratos indefinidos con respecto a los temporales, lo que no sube es la pervivencia de este tipo de contratación: el contrato medio sigue en niveles bajísimos de 11,5 días de duración.

“Hoy, tener un contrato no es tener un empleo. De hecho, no solo es necesario tener hasta 30 contratos al año para estar empleado de forma permanente, sino superpuestos, pluriempleados. Ese no es el récord de afiliación que queremos en USO ni nos parecen datos para enorgullecernos. La rotación es altísima y la precariedad sigue siendo la tónica”, denuncia Joaquín Pérez, secretario general de USO.

Las nuevas causas de las bajas tras la reforma laboral

Desde la entrada en vigor de la reforma laboral, se han multiplicado causas de ceses de contratos que antes no eran tan significativos. Así, el contrato estrella de la reforma, el fijo discontinuo, es también protagonista de las bajas. Una gran parte de las bajas en la Seguridad Social se debe al pase a inactividad de estos trabajadores. En estos últimos años, está cerca de septuplicarse su incidencia: han subido un 552 % este tipo de bajas.

Pero, sin duda, el período de prueba es la mayor argucia para rescindir contratos indefinidos. Podríamos hablar de período de trampa. Hoy, las bajas por no superarlo se han incrementado en un 792 % de julio de 2021 a julio de 2024. Esto quiere decir que son casi 9 veces superiores a entonces.

“Pedimos una mayor vigilancia en este tipo de bajas y un blindaje del fijo discontinuo. Que no sea el contrato de obra y servicio o de circunstancias de la producción, pero con otro nombre. En USO nos rechina que, de repente, haya tantos trabajadores tan mal formados como para que hayan subido de esta forma los despidos durante el período de prueba. Sospechamos que, en general, es una artimaña para despedir gratis. Por ello, deben endurecerse las inspecciones de este tipo. Si una de las formas más efectivas que hay para mejorar la calidad de la contratación se multiplicando las multas, a lo mejor no hacen falta tantas reformas laborales para parchear y sí un Cuerpo de Inspectores mucho mejor dotado de personal”, pide Pérez.

La jornada laboral media, de 31,3

Por otro lado, no por repetido por parte de USO en los últimos años podemos dejar de mencionar la llamativa jornada media realizada. En el último año, se ha estancado en 31,3 horas semanales.

“Es el resultado del aumento de las contrataciones a jornada parcial o discontinua y de una apuesta por el cambio de modelo productivo. En realidad, no hay más actividad, las mismas horas efectivas de trabajo se dividen entre más trabajadores, con peores salarios por no completar las jornadas. Necesitamos que una de las prioridades en materia de empleo sea generar más actividad y producción, que de verdad sean necesarias más horas de trabajo porque la economía progrese. Porque, ahora mismo, lo que vemos es que se está aprovechando la automatización no para generar riqueza o para rebajar la jornada laboral, sino para ahorrar costes”, expone el secretario general de USO.