La Secretaría de Internacional y Desarrollo Sostenible de USO participa en el seminario organizado por UGT y la CES “Los sindicatos contra la discriminación”
USO ha participado en Madrid en el seminario “Los sindicatos contra la discriminación”. El evento ha estado organizado por el Comité de Mujeres de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y UGT. Se ha celebrado en el centro de formación Julián Besteiro, con la participación de USO, CCOO y otros miembros europeos del Comité de Mujeres.
Por parte de USO, asistieron María Recuero, secretaria general de la USOC y miembro titular en el Comité de Mujeres por USO, y Carmen Alejandra Ortiz, secretaría confederal de Internacional y Desarrollo Sostenible.
El seminario abordó temas cruciales, como la discriminación en el ámbito laboral y la importancia de la interseccionalidad, con el objetivo de avanzar hacia una mayor igualdad de género en Europa.
En la apertura, la secretaria general adjunta de UGT, Cristina Antoñanzas; el secretario confederal de la CES/ETUC, Giulio Romani; y la secretaria de Estado de Igualdad, Aine Calvo, subrayaron la importancia de la lucha por la igualdad en el ámbito laboral y el papel clave de los sindicatos en esta batalla. Romani destacó, además, la urgencia de abordar la persistente desigualdad de género en Europa, mientras que Calvo enfatizó cómo la la crisis del covid-19 ha agravado la brecha.
Interseccionalidad en la legislación europea sobre igualdad de género
El primer panel estuvo dedicado a “La interseccionalidad en la legislación europea sobre igualdad de género”. De hecho, la interseccionalidad fue uno de los temas centrales del seminario. Es una noción que surge del trabajo de la académica y activista Kimberlé Crenshaw en 1989. Este concepto busca explicar cómo las diferentes formas de discriminación, como el género, la raza, la clase social, la orientación sexual, la discapacidad o la religión no operan de manera aislada, sino que se entrecruzan, creando situaciones de opresión únicas.
Por ejemplo, una mujer negra puede enfrentarse simultáneamente al racismo y al sexismo, y esta experiencia combinada es diferente a la que podría enfrentar una mujer blanca o un hombre negro.
Durante el panel, se discutió cómo la legislación europea ha abordado la igualdad de género y cómo los sindicatos pueden utilizar este enfoque interseccional para desarrollar políticas más inclusivas y efectivas. Se destacó la necesidad de que los sindicatos integren la interseccionalidad en sus estrategias, reconociendo las múltiples dimensiones de discriminación que muchas mujeres enfrentan en el lugar de trabajo.
Para ilustrar este concepto, se mencionaron varios ejemplos prácticos en el contexto laboral:
- Una mujer negra en el trabajo puede sufrir tanto racismo como sexismo. Enfrenta así barreras adicionales para su desarrollo profesional y reconocimiento.
- Por otro lado, una mujer con discapacidad puede estar expuesta a barreras por su género y por las limitaciones asociadas a su discapacidad, lo que complica su acceso a oportunidades laborales justas.
- O una mujer migrante LGBTQ+, que enfrenta discriminación múltiple. Esta deriva de su origen étnico, orientación sexual y su género, lo que genera un escenario particularmente adverso para acceder a derechos laborales y ser tratada de manera equitativa en el trabajo.
Importancia de la interseccionalidad en la lucha sindical
Los sindicatos, como representantes de los trabajadores, desempeñan un papel crucial en la creación de un entorno laboral más inclusivo. Abordar la discriminación interseccional permite a los sindicatos desarrollar políticas y estrategias que protejan a personas trabajadoras de todas las identidades, y no solo a quienes encajan en una categoría particular de discriminación.
Este enfoque no solo permite que las luchas contra las desigualdades sean más integrales, sino que también crea espacios más inclusivos para todas las personas, independientemente de las múltiples identidades que lleven consigo.
Para llevarlo a la práctica, se realizaron talleres donde se discutieron las experiencias de mujeres que han enfrentado discriminación interseccional en el lugar de trabajo. En uno de ellos, los participantes compartieron buenas prácticas de sindicatos europeos para combatir la desigualdad y la discriminación por género. Se discutieron medidas concretas, como la inclusión de cláusulas específicas en los convenios colectivos para cerrar la brecha salarial, garantizar la equidad en las promociones y fomentar entornos laborales libres de acoso y violencia de género.
Un aspecto importante fue el ejercicio de redacción colectiva en el que cada organización sindical compartió recomendaciones sobre cómo desarrollar políticas efectivas para superar la discriminación interseccional en el ámbito laboral. La dinámica se enfocó en una lluvia de ideas, donde surgieron múltiples propuestas sobre la promoción de políticas inclusivas, auditorías de género y la necesidad de reforzar la capacitación sobre derechos laborales con enfoque de género.
Herramientas para la igualdad
Las representantes de USO en este seminario señalaron la importancia de los planes de igualdad, la formación, las campañas y crear mecanismos desde los sindicatos que ayuden a denunciar para luchar contra esta lacra. Recalcaron la importancia de la Inspección y de que se la dote con suficientes recursos para llegar a todos los centros de trabajo de una manera efectiva.
Asimismo, insistieron en que es fundamental no solo promulgar leyes, sino garantizar su aplicación efectiva en el ámbito laboral. Porque la falta de cumplimiento perpetúa la desigualdad y dificulta avances en derechos laborales.
Además, recalcaron que el cambio cultural debe ser un eje central de las políticas laborales, promoviendo la corresponsabilidad en el hogar y en el trabajo. Este tipo de medidas no solo ayuda a erradicar prácticas injustas, sino que también fomenta un entorno laboral más equitativo y respetuoso para todas las personas trabajadoras.
Sororidad: La importancia de la solidaridad entre mujeres
Otro concepto clave tratado en el seminario fue la sororidad; es decir, la solidaridad, apoyo y hermandad entre mujeres. Este término, muy relevante en el contexto del feminismo, aboga por crear vínculos de cooperación, respeto y empatía entre mujeres para enfrentar las desigualdades estructurales, el patriarcado y la violencia de género. En el contexto sindical, la sororidad es fundamental para fomentar la creación de redes de apoyo entre trabajadoras que promuevan la colaboración, compartan experiencias y luchen por sus derechos de forma colectiva.
La sororidad, más allá de un simple concepto, es una herramienta poderosa para fortalecer la unidad y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito laboral. A través de estas redes de apoyo, se crean espacios seguros donde las mujeres pueden discutir sus experiencias, proponer soluciones y participar activamente en la construcción de un lugar de trabajo más equitativo.
Iniciativas de la ETUC y ejemplos de buenas prácticas
La Confederación Europea de Sindicatos (CES/ETUC) ha sido un actor clave en la promoción de la igualdad de género y en la lucha contra la discriminación en el ámbito laboral. Durante el seminario, se presentaron varias iniciativas y buenas prácticas sindicales implementadas por la ETUC, entre ellas:
- Campañas de igualdad salarial que promueven el igual salario por trabajo de igual valor. Es una de las principales demandas del movimiento sindical en Europa para reducir la brecha salarial de género, que es del 13 % en la UE.
- Creación de comités de igualdad dentro de los sindicatos. Están destinados a abordar las problemáticas específicas de las trabajadoras y a implementar políticas que promuevan la equidad.
- Programas de mentoría que fomentan el desarrollo profesional de las mujeres, ayudando a las mujeres a acceder a puestos de liderazgo y responsabilidad.
Propuestas concretas y recomendaciones
Al final del seminario, se presentaron una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la discriminación interseccional en el lugar de trabajo. Entre las propuestas, destacaron:
- Desarrollo de políticas inclusivas que reconozcan la complejidad de la discriminación interseccional y aborden las diversas identidades de las personas trabajadoras.
- Auditorías de igualdad regulares en las empresas, con el fin de identificar patrones de discriminación; en especial, para empleados que pertenecen a más de un grupo marginado.
- Capacitación en diversidad e inclusión, que incluya módulos específicos sobre interseccionalidad para sensibilizar a empleados y gerentes sobre cómo interactúan diferentes identidades sociales.
- Revisión de procesos de contratación y promoción para garantizar que las oportunidades sean equitativas para todos los trabajadores, sin sesgos interseccionales.
El evento concluyó con una presentación por parte de Aline Brüser, asesora de la CES, quien detalló estrategias para combatir la discriminación interseccional en el lugar de trabajo. Esto fue seguido por un debate abierto, en el que los asistentes pudieron intercambiar puntos de vista sobre las barreras que enfrentan las mujeres en sus respectivos países y sindicatos, y cómo superarlas de manera efectiva.
Finalmente, Giulio Romani expuso las conclusiones generales del seminario, destacando el papel crucial de los sindicatos en la lucha por la igualdad de género y la necesidad de un compromiso firme para erradicar la discriminación en todas sus formas. Se reafirmó en que la igualdad de género no solo es una cuestión de justicia social, sino también un factor clave para el bienestar y la eficiencia en el entorno laboral.
Los sindicatos en el camino hacia la igualdad
Este seminario dejó claro que los sindicatos tenemos un rol fundamental en la promoción de la igualdad de género y en la creación de entornos laborales inclusivos. El enfoque interseccional, junto con la sororidad entre mujeres y la implementación de políticas inclusivas, son herramientas claves para combatir las desigualdades persistentes en el trabajo.
Los desafíos derivados de la discriminación interseccional requieren una visión comprensiva y unificada, que tenga en cuenta las múltiples dimensiones que pueden agravar las desigualdades. Abordar estos problemas no solo beneficia a las trabajadoras directamente afectadas, sino que también fortalece el tejido social dentro de los lugares de trabajo. Es más, generan mayor cohesión, confianza y respeto entre las personas trabajadoras.
Solo a través de la cooperación entre sindicatos, la sociedad civil y los gobiernos, se podrá avanzar hacia un futuro laboral donde la igualdad sea una realidad para todas las personas, sin importar su género, raza, orientación sexual, clase social, discapacidad u otras características. Los sindicatos deben seguir abogando por la igualdad salarial, la equidad en las promociones y la creación de ambientes laborales libres de acoso y violencia de género. Y también deben garantizar que las políticas laborales abarquen la complejidad de las experiencias de las trabajadoras.
Hacia un futuro laboral más inclusivo
La formación continua, el compromiso político y la solidaridad son los pilares sobre los que se deben asentar las futuras acciones. Es crucial que las medidas legislativas, los convenios colectivos y las políticas empresariales reflejen este enfoque interseccional para lograr una auténtica igualdad que no deje a nadie atrás. En este sentido, el seminario reafirmó el compromiso de los sindicatos europeos de seguir avanzando en esta lucha y de fortalecer las redes de sororidad como medio para alcanzar un cambio estructural profundo en los entornos laborales.
En resumen, el futuro de un trabajo digno y equitativo pasa necesariamente por integrar un enfoque interseccional y fomentar la sororidad, asegurando que cada trabajadora pueda desarrollar su potencial sin obstáculos derivados de su identidad o situación personal. Los sindicatos, como actores de cambio social, seguirán desempeñando un papel clave en esta lucha por la igualdad real.
Desde USO, liderado por su Secretaría de Políticas Sociales, Igualdad y Formación, pero precisamente practicando esa interseccionalidad en todo el sindicato, luchas para erradicar las múltiples formas de discriminación directa o indirecto sobre mujeres en el ámbito laboral y social. Y lo hacemos especialmente, a través de la negociación colectiva, la formación y los planes de igualdad.
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