La COP29 de Bakú destaca el rol de los sindicatos para liderar iniciativas en energías renovables contra el cambio climático

La COP29 marcó un hito en la lucha contra el cambio climático. Esta conferencia tuvo lugar del 10 al 24 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán). En ella se destacó el papel crítico de las áreas urbanas y el rol estratégico de los sindicatos en una transición justa hacia economías sostenibles.  También se trataron diversos puntos relevantes y su consecuencia para las ciudades y los trabajadores.

Se estableció un compromiso sin precedentes de 1,3 billones de dólares anuales para 2035. Además, habrá un fondo inicial de 300.000 millones de dólares para los países más vulnerables. A pesar de que estos recursos son esenciales no se definieron asignaciones específicas para ciudades. Sin embargo, estas generan el 70% de las emisiones globales y son las más vulnerables a los impactos climáticos.

Soluciones tratadas para las ciudades

El rol de las ciudades fue ampliamente discutido. Los temas más destacados fueron:

  • Infraestructuras verdes: techos, pavimentos permeables y áreas urbanas adaptadas al cambio climático.
  • Tecnologías limpias: innovaciones en materiales de construcción y herramientas digitales que mejoren la habitabilidad.
  • Resiliencia urbana: urgencia por reforzar infraestructuras en regiones de rápido crecimiento para mitigar desastres climáticos.

Además, en la COP29 se acordó triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030. Esta es una gran oportunidad para las ciudades y sus sistemas energéticos, ya que las áreas urbanas están en el centro de esta transición. De hecho, las inversiones en energía solar, eólica y nuclear pueden permitir a las ciudades reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Y, al mismo tiempo, proporcionar energía más limpia y sostenible a sus residentes.

La modernización de los edificios antiguos con sistemas de energía renovable es una prioridad para las ciudades. Por eso, las estructuras ineficientes son responsables de una parte importante de las emisiones urbanas.

A pesar de todo, no se logró ampliar los compromisos previos de eliminar gradualmente los combustibles fósiles. Siguen influyendo en los debates y ralentizan el progreso de las transiciones energéticas globales. Sin embargo, las ciudades son líderes en el impulso de la adopción de energía renovable. Por eso, los resultados de la COP29 ofrecen un marco para acelerar esta transición.

Los mercados de carbono como herramienta para la innovación urbana

La COP29 aprobó un marco global para el comercio internacional de créditos de carbono en virtud del artículo 6 del Acuerdo de París. Este mecanismo permite a las naciones compensar las emisiones y atraer fondos para proyectos climáticos. De esta forma, para las áreas urbanas representa una nueva vía financiera para apoyar los esfuerzos de sostenibilidad. Además, ayudan a iniciativas como la modernización de edificios energéticamente eficientes. Así como a sistemas de transporte público con bajas emisiones de carbono e infraestructuras verdes urbanas.

A pesar de todo, todavía se están desarrollando directrices detalladas para los registros y la presentación de informes. Éstos van a determinar si los mercados de carbono generarán la escala de financiación necesaria. No obstante, los defensores creen que estos mercados podrían atraer miles de millones de dólares a proyectos de sostenibilidad urbana. De esta forma, proporcionarán a las ciudades los recursos que necesitan para innovar y adaptarse.

El papel de los sindicatos en esta transición

Los sindicatos fueron reconocidos como actores fundamentales en la transición climática. De hecho, se destacaron tres áreas claves:

  1. Empleos verdes: promoción de oportunidades laborales en sectores sostenibles.
  2. Planificación inclusiva: garantizar condiciones dignas en proyectos urbanos.
  3. Equidad social: integración de principios de justicia en estrategias climáticas y urbanas.

El concepto de “transición justa” fue central en las discusiones. Por eso, se subrayó la necesidad de proteger los derechos laborales mientras se reconfiguran las economías urbanas para adaptarse al cambio climático.

La COP30 tendrá lugar en Brasil

La COP30 se celebrará en Belém (Brasil). En ella se espera que haya una mayor integración entre estrategias climáticas y las realidades de las ciudades. Esto representa una oportunidad crucial para que los sindicatos fortalezcan su influencia en políticas climáticas. Por eso, se deben priorizar la movilidad sostenible, el acceso a la vivienda y la creación de empleos verdes.

Desde USO el llamamiento es claro: liderar iniciativas de capacitación en energías renovables. También hay que abogar por unas condiciones laborales justas y asegurar que la voz de los trabajadores sea escuchada en la planificación del futuro urbano sostenible.

Por tanto, la colaboración entre sindicatos, gobiernos y empresas será esencial para garantizar que las transformaciones también sean inclusivas y equitativas. En este momento crítico, tienen la oportunidad histórica de trabajar juntos para construir un futuro resiliente, sostenible y justo para todos.