La EPA refleja avances en el empleo, pero persisten la precariedad y los retos para garantizar una vida digna

La Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2024 refleja una mejoría general del mercado laboral español. Esta tendencia se observa tanto en la reducción del desempleo como en el incremento de la ocupación, aunque persisten retos significativos relacionados con la calidad y estabilidad del empleo.

En el último trimestre del año, el número de ocupados aumentó en 34.800 personas, hasta los 21.857.900. Comparado con el mismo trimestre del año anterior, el crecimiento fue notable, de 468.100 ocupados (2,19%).

El paro experimentó una reducción significativa, con 158.600 parados menos en el trimestre, lo que situó el total en 2.595.500 personas. Además, la tasa de paro descendió 59 centésimas, alcanzando un 10,61%, la cifra más baja de los últimos años.

Crecen los empleos a tiempo parcial

A pesar de estos buenos datos, la precariedad y la temporalidad siguen definiendo el mercado laboral en 2024. Mientras que el empleo a tiempo completo disminuyó en 230.200 personas, el empleo a tiempo parcial creció en 265.000.

Hay una tendencia hacia una mayor precarización en el trabajo que se crea. Y, también, la reducción significativa de los contratos temporales (-186.800) frente al aumento de los indefinidos (+111.000), apunta a que no se ha logrado compensar por completo esta pérdida de empleo, que afecta a trabajadores con menor estabilidad y que sigue apostando por la temporalidad encubierta en forma de contrato indefinido.

Empleo que sigue haciendo difícil acceder a una vida digna

“La situación laboral en España sigue marcada por retos que dificultan el acceso a una vida digna y un proyecto de vida sostenible para muchas personas. Los bajos salarios y la precariedad en los contratos impiden el acceso a una vivienda y a desarrollar un proyecto vital hasta hace poco considerado normal. La combinación de trabajos temporales, a tiempo parcial y con condiciones de alta rotación laboral genera inseguridad económica y social, dificultando el desarrollo personal y profesional”, insiste el secretario general de USO.

España cuenta con una población cualificada, pero persiste un notable desajuste entre los estudios realizados y las demandas del mercado laboral. La falta de políticas a largo plazo en materia de formación y empleo impide que el mercado laboral pueda evolucionar hacia un modelo más productivo y sostenible.

Una verdadera reforma laboral hacia un nuevo modelo de empleo

Y para evolucionar hacia un nuevo modelo de empleo, “es necesaria una verdadera reforma laboral, no solo que toque la jornada y el control horario y persiga con más firmeza el fraude, sino una que aborde una verdadera transformación profunda del mercado laboral y del modelo productivo. Las últimas reformas no han sido capaces de reducir la temporalidad en términos reales -con contratos indefinidos que cada vez duran menos días- y la precariedad; han flexibilizado aún más el mercado laboral en beneficio de muchas empresas que presumen de beneficios récord mientras se cuestionan y se minoran derechos de los trabajadores, teniendo a su disposición un despido fácil y barato”, considera Pérez.

El mercado laboral necesita una apuesta decidida por áreas estratégicas como la industria y el empleo verde; el refuerzo del estado de bienestar, especialmente en dependencia, cuidados, educación, sanidad y servicios públicos, y la promoción de empleos estables y con futuro en sectores científicos, tecnológicos y digitales.

“Es necesario acometer estas reformas para garantizar un mercado laboral justo y sostenible, que permita a todas las personas desarrollarse plenamente y contribuir al progreso social y económico de España. Sin medidas valientes y estructurales, seguiremos enfrentando un modelo que perpetúa la desigualdad, la precariedad y la falta de oportunidades”, concluye el secretario general de USO.