La tasa de variación anual del IPC en el mes de abril es del 0,4%. La tasa anual de la inflación subyacente aumenta tres décimas, hasta el 0,3% y el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el 0,3%.
Con estos datos y los de la composición de la formación de los precios el mes pasado hay una conclusión obvia según el secretario de Comunicación y Formación de la USO, Joaquín Pérez da Silva, para quien “el riesgo de deflación que se apuntaba en marzo se ha alejado discretamente gracias a la actividad económica en las vacaciones de Semana Santa ya que los grupos que más han tirado de los precios han sido hoteles, cafés, restaurantes, carburantes y electricidad”. Junto a ello, vestido y calzado, por la campaña de primavera-verano.
Resulta “llamativo” que en solo un mes los precios hayan subido con tanta fuerza y solo cabe una explicación, la estacionalidad. Seguimos con unos índices de inflación muy pequeños, descontada la estacional, y esto “nos mantiene en alerta por el coste de la deuda”. Esta preocupación de la USO, es el eje con el que se está trabajando ahora mismo en el BCE que previsiblemente en junio llevará a cabo una actuación contundente.
Por último la USO reflexiona sobre la “conveniencia de que en aquellos sectores en los que sea posible se empiece a estudiar unas mejoras salariales que den oxígeno a la renta disponible de las familias”.
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