La plataforma Alianza por el Clima, de la que USO forma parte, advierte que, desde el Acuerdo de París de la COP21, no se ha avanzado para frenar el cambio climático
Alianza por el Clima, plataforma a la cual pertenece USO, demanda una acción urgente y ambiciosa frente a la emergencia climática. En el marco de la COP26, Alianza por el Clima exige a los países que alineen sus objetivos de reducción de emisiones a lo que marcan los científicos del IPCC e incrementen sus compromisos con los países más vulnerables. Recuerda, además, que desde el Acuerdo de París no se ha avanzado para frenar el cambio climático, posterior a la COP21.
Las organizaciones que formamos parte de Alianza por el Clima reclaman cambios sistémicos profundos para descarbonizar la economía y alcanzar la neutralidad de emisiones globales, a ser posible, antes de 2040. Resulta de extrema urgencia actuar ya. Las soluciones tecnológicas existen, pero el cambio al que nos enfrentamos es más profundo que simplemente sustituir unas tecnologías por otras. Es necesario actuar sobre todos los sectores y, prioritariamente, sobre la energía, la industria y el transporte. También son necesarias acciones en agricultura, alimentación, edificación, ciudades y usos del suelo; así como en bosques, humedales, mares y otros sumideros naturales.
¿Inversión demasiado alta? Sí, pero más caro es no hacerla ahora
La magnitud de la inversión necesaria es tremenda. Simultáneamente, los costes económicos, ecológicos y sociales de no actuar con la intensidad necesaria son mayores que los de adoptar las medidas necesarias para frenar y revertir el proceso del cambio climático ahora. Existen puntos de no retorno, de los que no estamos muy alejados.
Por otra parte, el cambio climático exacerba las desigualdades y la injusticia, al impactar en mayor medida en las personas más desfavorecidas, especialmente del Sur Global, que además son las menos causantes del problema. No basta solo con invertir en reducción de emisiones. Incluso en escenarios optimistas de mitigación, el cambio climático producirá daños ingentes, mayores cuanto más elevado sea el incremento de la temperatura global, por lo que se necesita una gran inversión en adaptación y en la compensación de daños, muy superior a lo que se está manejando actualmente.
En este contexto, Alianza por el Clima llama a la acción urgente para reducir la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera para evitar un calentamiento global superior a 1,5⁰C, al tiempo que se protege la biodiversidad y el medio ambiente, y se avanza en la transición a sistemas alimentarios sostenibles y agroecológicos. Es necesario vincular la lucha climática a la agenda 2030, avanzando en el cumplimiento pleno de los derechos humanos, mejorando la salud humana y protegiendo a la infancia, así como a otros colectivos vulnerables.
Por una justicia climática global
En el plano internacional, se necesita una financiación climática suficiente para poner en marcha medidas de mitigación, adaptación, y pérdidas y daños. Pero también para garantizar su acceso a los colectivos y comunidades que están al frente de la lucha contra el cambio climático en los países más vulnerables. Las políticas climáticas deben basarse en la justicia climática global y en el reconocimiento de la deuda climática histórica entre países y de que en ella España se encuentra en posición deudora, así como en el sometimiento a los principios de sostenibilidad, transparencia e igualdad de género y en el derecho a la plena participación e información pública.
En el ámbito laboral, las transformaciones que se van a producir en muchos sectores también tienen que ser justas. Esta justicia implica que es necesario asegurar empleos dignos para todos, incluyendo la perspectiva de género. Sabemos que la transición energética y ecológica puede generar un volumen muy importante de empleos, pero es necesaria una planificación adecuada que se anticipe a los cambios, garantizando que nadie, ni en las zonas y sectores en transformación ni fuera de ellas, quede atrás.
Dar una orientación justa a la transición ecológica implica abordar en ella otros muchos aspectos sociales, como la reducción de las desigualdades, la disminución de la jornada laboral y un mejor reparto del empleo y de los cuidados. Cumplir, en fin, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que entre todos nos hemos marcado.
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