El 3 de marzo, Día de la Naturaleza, debe hacernos reflexionar sobre la situación de la biodiversidad, el estado de conservación de las áreas naturales, el respeto al medio ambiente, y las políticas existentes en la lucha contra el cambio climático y para reducir la huella ecológica. La biodiversidad va unida a la capacidad de mantenimiento de la vida y de sus diferentes formas; la protección de la fauna y la flora, amenazadas por la sobreexplotación humana de los recursos naturales, y la afectación de los espacios naturales.
El sindicato USO está implicado en todas estas cuestiones y, desde diversas plataformas a las que pertenece (Futuro en Común, Alianza por el Clima…), junto a la Confederación Sindical Internacional y su Red Sindical de Cooperación al Desarrollo, o a través de SOTERMUN, en la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, busca coherencia y buenas prácticas en las políticas públicas; y, también, en los centros de trabajo.
Todas estas acciones están contempladas en diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 15, sobre vida de ecosistemas terrestres; ODS 14, sobre vida submarina; ODS 13, acción sobre el clima; ODS 12, producción y consumo responsable…
De hecho, la CSI, la CES y la propia USO estamos muy activos en las diferentes conferencias nacionales e internacionales, defendiendo la necesidad de una transición justa y que haya presupuestos para generar puestos de trabajo alternativos a los sectores afectados. El año pasado, el sindicato USO aplicó el Día de Acción Climática en los Centros de Trabajo, una jornada de sensibilización para que tanto los trabajadores como las gerencias de las empresas impulsen en su ámbito una disminución de la huella ecológica, reduciendo consumos o energía, incluido el fomento de la movilidad de los trabajadores con menos emisión de gases contaminantes.
También, en lo que se refiere a producción y consumo responsable, hay que compatibilizar una mejora universal de bienestar con una reducción de insumos de materias primas, mejorando la eficiencia y la productividad. Eso supone apostar por la economía circular, minimizando los residuos y primando el reciclaje; penalizar la producción de bienes con obsolescencia programada (duración útil del producto de escaso periodo de tiempo, para obligar a repetir la compra); y fomentar el consumo de cercanía para reducir los efectos del transporte motor.
Comments are closed.