Los accidentes de trabajo graves y con baja aumentan notablemente con respecto a 2020, aunque las muertes se redujeron en 16: sube más la siniestralidad laboral entre las mujeres
La siniestralidad laboral sigue aumentando en España mes a mes, como se comprueba en la estadística de accidentes de trabajo del primer semestre de 2021. Los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social para enero-junio reflejan un aumento del 19,5% (+42.833) en los accidentes laborales con baja. También aumentan los que no requirieron de período de baja, en 29.153 (+12,2%). Es significativo que, entre los accidentes con baja, subieron mucho más, casi un tercio, los que fueron in itinere: 32,6%, frente al 17,7% que aumentó la siniestralidad en jornada laboral.
Ínfimo respiro a la mortalidad en el trabajo
Los accidentes mortales en el trabajo se han rebajado levemente. Una muy relativa buena noticia, porque 277 personas han perdido la vida en el trabajo en los primeros seis meses de 2021. Han sido, no obstante, 16 menos que en 2020. Un año en el que, además, la actividad laboral se había reducido drásticamente, y cuando tampoco se podía achacar el aumento de muertes en el trabajo a la Covid-19: solo fue reconocida como accidente laboral, y ya tarde, para un grupo reducido de profesionales.
Por lo tanto, con una mayor actividad estos meses que en los mismos de 2020, miramos el descenso con un más que prudente optimismo que, esperamos, sea fruto de mejoras en la prevención y no de la casualidad.
Porque, si miramos los accidentes graves, ese ínfimo respiro desaparece: en 2021, ha habido 153 accidentes graves más, un aumento del 9,22%. La prevención, por lo tanto, sigue dejando demasiadas lagunas. Lagunas que cuestan vidas o lesiones permanentes. La Prevención de Riesgos Laborales debe ser una prioridad en toda la legislación laboral y una apuesta que no admita de colores políticos, sino que desemboque en un Pacto de Estado urgente.
Suben más los accidentes graves entre las mujeres
La siniestralidad grave ha crecido más entre las mujeres que entre los hombres. En ellos, el descenso ha sido de 19 fallecimientos, mientras que en las mujeres ha aumentado en 3. Las mujeres presentan una menor mortalidad en el trabajo, al estar menos presentes en sectores considerados peligrosos por la exposición a accidentes físicos y mecánicos. Fallecieron 20 mujeres en enero-junio de 2021, frente a 257 hombres.
Sin embargo, este aumento de accidentes graves y mortales femeninos puede estar relacionado con la mayor presión de las enfermedades mentales por la pandemia. Las mujeres han soportado, en general, una mayor carga mental durante el confinamiento y las restricciones, con un aumento en los deberes de cuidados, que han repercutido principalmente en ellas.
Esta sobrecarga mental puede haber derivado en más accidentes cardiovasculares o cerebrales, ya que no solo ha aumentado la mortalidad entre ellas: también los accidentes graves se han incrementado más en el sexo femenino. Puede deberse, entre otros motivos, a que uno de los sectores más feminizados, las residencias y dependencia, figuran en la cúspide de los sectores con más riesgo de accidente, según el INSST.
Los accidentes con baja subieron un 19,5%, pero este porcentaje se reparte de forma desigual. Entre los hombres, subieron un 16,38%; entre las mujeres, un 21,58%.
Los accidentes mortales de trabajo no bajan en todos los territorios
Por territorios, las muertes en el trabajo se han repartido entre varias autonomías, pero no en todas ha bajado. Llama la atención que en la Región de Murcia se han duplicado los accidentes mortales (14 en 2021 frente a los 7 del año pasado) y han crecido en 13 y 12 muertes en la Comunidad de Madrid y Andalucía, respectivamente. Ambas Castillas, por su parte, han reducido las muertes en el trabajo a la mitad de las registradas en 2020.
Sectores más castigados por la siniestralidad laboral
No es novedoso que la industria manufacturera, la construcción y el transporte concentren más de la mitad de los accidentes de trabajo mortales. Las cifras prácticamente son parecidas a 2020, aunque en la industria sí ha habido una reducción de muertes en el trabajo más significativa: de 52 a 42.
En el lado contrario, llama la atención un dato: aumentan de 23 a 35 las muertes en el trabajo computadas al sector de Comercio y reparación de vehículos. Aunque en enero-junio de 2020 hubo dos meses de una notable menor actividad, la subida es escandalosa.
El teletrabajo: ¿siniestralidad infravalorada?
En cuanto a los accidentes graves, suben en todos los sectores salvo una mínima bajada en Industrias extractivas (-0,5%) y un llamativo descenso del 11,5% en Actividades financieras y de seguros.
Este sector se ha caracterizado por una apuesta más duradera por el teletrabajo. Esto permite una bajada de los accidentes tradicionales. Sin embargo, en USO nos preocupa nos preocupa la accidentalidad soterrada y latente del teletrabajo. El trabajo a distancia se ha implantado de forma acelerada y en la mayoría de convenios colectivos o no se registra esta modalidad o no se regulan todas sus condiciones, como la evaluación y la prevención en el lugar de trabajo, aunque este sea un domicilio.
El teletrabajo también entraña riesgos para la salud, especialmente riesgos psicosociales, los más difíciles de medir y demostrar en general, y mucho más cuando el trabajo se realiza en el hogar.
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