La siniestralidad laboral en enero deja 43.450 accidentes con baja y 50 trabajadores muertos desempeñando su trabajo

En enero 2025, el número de accidentes de trabajo con baja fue 43.450 mientras que, el de accidentes de trabajo sin baja, fue de 36.201. Si comparamos las cifras con el mismo periodo del año anterior, los accidentes con baja experimentaron una disminución del 3,4% y los que no ocasionaron baja, del 6,8%.

En cuanto a los accidentes con baja, 37.234 se produjeron en jornada de trabajo y 6.216, in itinere. La variación en relación al mismo periodo del año anterior se situó en el -4,0% para los accidentes en jornada y en el 0,4% para los accidentes in itinere.

USO considera que no se está gestionando de manera adecuada la seguridad y salud de las personas trabajadoras ni implementando medidas adecuadas para frenar la siniestralidad laboral, tampoco, en 2025. Es un problema, como ya hemos manifestado de forma reiterada, que debe implicar al conjunto de la sociedad. Todos, independientemente del rol que desarrollemos en un momento dado en la sociedad -personas trabajadoras, parados, pensionistas, etc.-, nos vemos afectados de manera directa o indirecta por las consecuencias que se derivan de las cifras de siniestralidad que, en lugar de descender, aumentan con el paso del tiempo.

Accidentes graves y mortales en jornada

Durante el mes de enero 2025, se produjeron 37.234 accidentes con baja en jornada. De éstos, 252 accidentes fueron graves y 39, mortales. Si comparamos las cifras de siniestralidad laboral de enero de 2025 con el año anterior, se produjeron 15 accidentes graves y 3 accidentes mortales menos. En cuanto a la desagregación por sexo, el 70% de los accidentes en jornada con baja afectaron a varones y el 30% afectaron a mujeres. Los accidentes mortales en jornada se distribuyeron en 36 casos en varones y 3 en mujeres.

Accidentes de trabajo in itinere

En el primer mes de 2025, se produjeron 6.216 accidentes con baja in itinere, de los cuales 67 fueron graves y 11 accidentes fueron mortales. En total, 15 accidentes graves menos y 2 accidentes mortales más. Por sexo, el 55% de los accidentes in itinere con baja afectaron a mujeres y el 45% restante afectó a varones. Si abordamos los accidentes mortales in itinere se distribuyeron en 7 casos en varones y 4 casos en mujeres.

Los sectores con mayor siniestralidad se mantienen

Por sectores de actividad económica, los primeros puestos en cuanto a accidentes de trabajo con baja en jornada, serían para la industria manufacturera (6.571); el comercio y reparaciones de vehículos (4.970), y la construcción (4.777). Estos tres sectores de actividad continúan acumulando las cifras más altas de siniestralidad, aunque debemos señalar que los tres han experimentado un descenso respecto al mismo periodo de 2024. En este sentido, la Construcción ha pasado del segundo al tercer lugar en la lista.

Sin embargo, no son cifras que debamos celebrar. Al contrario, siguen indicando un estado deficiente en cuanto a la salud laboral de las personas trabajadoras que, con el transcurso del tiempo, van acumulando cifras de siniestralidad inadmisibles en la sociedad moderna.

Respecto a los accidentes de trabajo mortales, ocupan los primeros puestos la construcción (16); el transporte y almacenamiento (7) y el comercio y reparación de vehículos (6).

La siniestralidad en enero de 2025 por regiones presenta cambios respecto al año anterior. Teniendo en cuenta los accidentes con baja en jornada, los tres primeros puestos serían para Andalucía (6.395), Comunidad de Madrid (5.308) y Comunidad Valenciana (4.027). En el caso de los accidentes mortales en jornada: Cataluña (7), Castilla y León (6) y Andalucía (5).

Medidas más estrictas de seguridad y prevención en sectores de alto riesgo

Desde USO consideramos que, para mejorar la gestión de la seguridad y salud laboral, deberían implementarse medidas más estrictas de seguridad y prevención en los sectores con mayor incidencia de accidentes, como la construcción y la industria manufacturera. Esta reivindicación la venimos haciendo de forma repetida en el tiempo, puesto que, estando identificados los sectores que acumulan las cifras más altas, se debería llevar a cabo un plan de acción específico analizando la problemática concreta y las acciones adecuadas para garantizar entornos de trabajo seguros.

Además, estas acciones deberían complementarse con un seguimiento y evaluación continuo que permitiese asegurar su efectividad y realizar ajustes necesarios.

El conjunto de acciones enfocadas a sectores de alto riesgo contribuirían a mejorar la seguridad y bienestar de los trabajadores, reduciendo la incidencia de accidentes laborales y protegiendo a todos los sectores de la población trabajadora.

Por otro lado, desde USO reiteramos el aumento preocupante de los accidentes cerebrovasculares y los infartos de miocardio como causa de accidente de trabajo, lo que pone de manifiesto que no se está prestando la atención necesaria a los ritmos y a la organización del trabajo. Estas patologías suelen tener origen, generalmente, en las condiciones de trabajo que desencadenan estrés o trastornos de ansiedad.