USO ha participado en una relevante reunión de la Comisión consultiva de negociaciones comerciales internacionales, que ha sido celebrada en el Ministerio de Economía y Competitividad con asistencia de unas cien personas -fundamentalmente representantes de diferentes sectores productivos del país y miembros de la Administración Pública-.
La secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, ha realizado una síntesis positiva del aporte del comercio exterior de España a la economía española en los últimos años de la crisis. Al respecto se ha destacado la incorporación de empresas a la captura de clientes en el exterior, más allá de la necesidad que han tenido para sobrevivir en los años duros de la crisis económica.
Actualmente se están llevando a cabo sesiones ministeriales para culminar en la ronda de la Organización Mundial del Comercio que se celebrará en Buenos Aires, en diciembre de 2017. En esa ronda ya hay preacuerdos para facilitar y reducir los costes aduaneros y en el campo agrícola y pesquero, salvaguardando stocks alimenticios y ciertas ayudas nacionales; también en el comercio electrónico y digital.
Con respecto a la Unión Europea hay 23 tratados bilaterales comerciales ratificados y 6 pendientes. El último ratificado, UE- Vietnam (y también la incorporación de Ecuador al acuerdo andino con Perú y Colombia), y un tratado a punto de ser ratificado, UE-Canadá (CETA). Las siguientes negociaciones de acuerdos comerciales o la revisión de otros serían los que afectan a Estados Unidos (TTIP), México, Japón, Mercosur, África, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas, Marruecos y Túnez.
La portavoz del Ministerio con respecto a los acuerdos CETA y posible TTIP fue Cristina Serrano, subdirectora de América. Hizo énfasis en el contenido del acuerdo sobre diferencias de inversionistas-Estado por medio de una Corte permanente, con jueces ad-hoc, para resolver litigios de inversionistas-estado y que quiere extender al resto de los acuerdos pendientes y también, si es posible, a los ya ratificados. La UE tiene un gran superávit comercial con Canadá, por eso es estratégico, más con la incertidumbre del TTIP, que este tratado –de nueva factura- se apruebe porque informará en muchos estándares a otros acuerdos comerciales pendientes. Supera en compromisos al NAFTA.
Por parte de USO se mostró preocupación por el contenido de los acuerdos de comercio, ya que carecen de disposiciones sociales con las que regular la globalización, y al tiempo, sólo defienden los intereses económicos de las multinacionales. Se cuestionó, entre otros temas “que ni Estados Unidos, ni Canadá, hayan suscrito las principales convenciones de la OIT, como la libertad sindical o la negociación colectiva”.
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