Los días 15 y 16 de noviembre se ha celebrado en Bruselas una conferencia de alto nivel sobre “El futuro del trabajo que queremos”, en la cual han participado líderes relevantes como el director general de la OIT, Guy Ryder; la comisaria de empleo de la Comisión Europea, Marianne Thyssen, y el presidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Georgis Dassis. USO ha estado representada en la reunión por su secretario de Acción Internacional, Javier de Vicente.
La conferencia se ha enmarcado en una amplia iniciativa de la OIT dentro de las actividades preparatorias del centenario de su fundación, que se celebrará en 2019. Para entonces se espera lo que algunos han definido como “una nueva Declaración del Filadelfia de siglo XXI”
Georges Dassis, presidente del CESE, ha advertido que la amenaza de paro por causas de la evolución tecnológica y el desarrollo digital puede impactar a la UE con una pérdida de 7 a 10 millones de puestos de trabajo si no se toman medidas. Algunos piensan que una parte se recuperará en otros empleos -hay cálculos de que podrían crearse entre 2 y 4 millones-, pero no está claro. La digitalización supone un reto sin precedentes para el futuro del trabajo. La estructura del trabajo va a cambiar radicalmente, pero el trabajo no desaparece, cambia. Se destruyen empleos pero se pueden crear otros. Cuanto más conscientes seamos del fenómeno menos se perderán definitivamente.
En este entorno de desempleo que se nos viene encima, Dassis ha criticado con vehemencia el sueldo de los directivos de empresas, de los futbolistas-estrellas, etc., que se embolsan millones y millones de euros contribuyendo a la generación de gigantescas desigualdades. “Es un escándalo que la sociedad no puede soportar”, aseguró.
Por su parte, el director general de la OIT, Guy Ryder ha subrayado también que en nuestras sociedades “crece la inequidad, la desigualdad y la injusticia”. Ante ello la OIT defiende una serie de aspectos clave sobre el futuro del trabajo en el quieren escuchar a todo el mundo. Antes de la conferencia del centenario, donde se aprobará una declaración relevante, se van a realizar numerosas actividades previas, nacionales y regionales, en las que abordar el futuro del trabajo. El trabajo, según Ryder, es el “pegamento” de la sociedad. En Europa tenemos que estar atentos a ese 57% de los jóvenes que dicen sentirse fuera de lugar, discriminados, excluidos del mundo laboral.
“Hay que rebelarse frente al determinismo de que la tecnología va a destruir sí o sí puestos de trabajo”, ha asegurado el líder de la OIT. Para él “la cuestión que se plantea es que hay y habrá responsables si eso llega a ocurrir, y son personas como nosotros, gobernantes que permitirán que eso acontezca. Por eso debemos convencerles de que es evitable tal pérdida de empleo”.
Entre otras cuestiones sobre el futuro del trabajo, la fragmentación de la producción en cadenas de suministro debe ser reglada para evitar un impacto social negativo.
El objetivo de la OIT en estos debates es poner en la agenda la Justicia Social, porque es más importante que nunca, y debe ser el objetivo central de la gobernanza. Las normas internacionales del trabajo solo tienen 100 años. El diálogo social tripartito seguirá siendo fundamental para avanzar.
Por su parte, la comisaria de empleo de la UE, Marianne Thyssen, aseguró que “el debate sobre el futuro del trabajo es político. La pregunta es cuáles son nuestros valores. Parte de la respuesta está en las manos de empleadores y trabajadores. En el nuevo mundo laboral habrá también muchas oportunidades. Estamos en una tasa del 8,5 % de paro en la UE y también se ha reducido la tasa de pobreza. No tenemos complacencia con las cifras”.
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