El Gabinete de Seguridad y Salud de USO resume algunos consejos de prevención de riesgos laborales para riders en moto. A diario, se producen más de seis accidentes diarios de estos trabajadores
Se estima que en España se producen más de seis accidentes diarios de riders en moto. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en 2016 se produjeron 2.192 accidentes de riders en moto, de los que 99 requirieron hospitalización. El 60% de las personas heridas tenía menos de 26 años. Desde USO ya hemos advertido que precariedad laboral es un importante factor de riesgo psicosocial y de seguridad para los trabajadores.
Los últimos accidentes graves o mortales ocurridos entre riders en moto presentan un patrón recurrente en el que no intervienen otros vehículos: caída en la calzada del trabajador al perder el control de la moto, con consecuencias de traumatismos muy graves o mortales.
Tipo de motocicletas y su mantenimiento
Teniendo en cuenta esta siniestralidad entre los riders en moto, debemos considerar que no existe ninguna regulación sobre el tipo de motocicleta que ha de ser utilizada en el reparto de comida a domicilio ni sobre el mantenimiento que han de seguir las empresas con estos vehículos. En algunas empresas las motos se alquilan, en otras son propiedad de la empresa o propiedad de las personas trabajadoras, difuminándose las responsabilidades respecto al control del buen estado del equipo de trabajo.
Cuando las motos son de la empresa, el problema al que se enfrentan los trabajadores es el mantenimiento de los vehículos. En este sentido se debería articular la correspondiente normativa para regular el mantenimiento de las motos y las características mínimas de seguridad.
La realidad demuestra que las motos son muy antiguas, excepto los parques móviles de motos eléctricas. La mayoría tienen frenos de tambor, en lugar de sistema de ABS, imperativo legal desde el 1 de enero de 2016 con la ECO 4. Unas ruedas bloqueadas significan imposibilidad de control ya que mantienen la trayectoria recta de la moto con graves consecuencias, aunque sea a baja velocidad. Por tanto, el sistema de frenado de las motos es muy importante a la hora de evitar un accidente o las graves consecuencias del mismo. Disponer de este tipo de sistemas de frenado en el sector de reparto a domicilio es crucial desde el punto de vista de la seguridad laboral.
Cuando las personas ponen a disposición de la empresa sus motos se plantea un nuevo inconveniente: ¿cómo se vigila el estado de la moto? Aun aportando la tarjeta de ITV y el seguro, no se puede aseverar que el estado para realizar largas jornadas, sea el óptimo. Respecto al seguro, hay que recordar que la compañía solo cubrirá a terceros y pondrá todas las objeciones legales para no cubrirlo por utilizar la moto para un uso profesional y no particular. Los Delegados de Prevención deben tener acceso a la documentación relativa a la motocicleta y al seguro, si son propiedad de la empresa.
Otra de las eventualidades, es que las motos no están adaptadas para consultar el GPS durante la marcha, rutina de trabajo entre los riders en moto.
EPI imprescindibles para riders en moto
Los cascos, a pesar de ser el principal elemento del Equipamiento de Protección Individual (EPI) no son personales. Sin entrar en cuestiones higiénicas, deben de ser de la talla de la persona y todos sus elementos, visera con anti vaho, cierres y acolchado interior tienen que estar en perfectas condiciones. Como elemento contra los deslumbramientos, deben llevar una pantalla solar interior o bien proporcionar gafas de sol polarizadas.
Los guantes son otro EPI primordial. Deben ser adecuados para la estación del año en que se esté, por supuesto, en buenas condiciones y de la talla de la persona. El calzado, diferente y adecuado para cada estación del año, debe ofrecer características estandarizadas de seguridad para conducir según el tipo de moto.
Por otro lado, no hay que olvidar la formación e información que deben recibir estos trabajadores. Los riders en moto deben ser formados en gestión del tiempo, dándoles herramientas para que puedan regular su propio estrés; en atención al cliente, para saber afrontar las incidencias que puedan surgir, y en un estilo de conducción defensivo, para que se puedan anticipar a los peligros con la debida antelación. Además, como en todos los tipos de accidentes, el factor humano es el responsable en un 80%, por lo que, se deben realizar reconocimientos físicos y psicológicos más exhaustivos previos a la incorporación al puesto.
Derecho a paralizar la actividad por riesgo grave o inminente
Los riders en moto tienen derecho a paralizar su actividad frente a un riesgo grave e inminente, ya sea por el estado de los EPI, o la falta de ellos, o por condiciones climatológicas adversas.
Por ejemplo, ante olas de calor y alcanzando altísimas tempeaturas, a los riders se les ha permitido conducir en pantalones cortos y camisetas de manga corta, aumentando las posibles consecuencias físicas en un accidente por no portar EPI. Cuando las temperaturas son bajas o se dan lluvias abundantes, se enfrentan a una situación similar.
Para resolver estas circunstancias, y no dejar la paralización de la actividad al arbitrio de algunos, se debe articular, a través de la promoción de los Comités de Seguridad y Salud o Delegados de Prevención, un protocolo de actuación en cada empresa para que cualquier persona pueda intervenir cuando se den condiciones climáticas adversas, definiendo claramente las causas y las consecuencias de la misma.
Finalmente, desde USO incidimos en la importancia de la evaluación de riesgos laborales como pilar preventivo, a través de una evaluación específica del puesto de trabajo. Solo así se podrán observar las deficiencias en seguridad, ergonómicas e higiénicas del puesto. En el caso de los riders en moto, se deben considerar las características del tráfico, el estado de las vías y el nivel sonoro, ya que el ruido puede producir patologías si se está expuesto a niveles superiores de los permitidos, pero también puede agudizar la fatiga física y mental.
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