USO defiende reformas fiscales y tributarias que sostengan el modelo de Estado social y frenen el aumento imparable de la desigualdad
La desigualdad social sigue en aumento. Así lo deja claro el último informe publicado por Oxfam Intermon, “La ley del más rico”: en la última década, el 1 % más rico ha acumulado alrededor del 50 % de la nueva riqueza mundial. Los millonarios y las empresas han visto crecer sus fortunas y beneficios, disparando la desigualdad social.
En 2020, más de 70 millones de personas se vieron empujadas a la pobreza extrema -con menos de 2,15 dólares al día-, un 11 % más. En 2021, la pobreza retomó el ritmo de reducción anterior a la pandemia, aunque la inflación podría interrumpir de nuevo esta recuperación. Como apunta Oxfam, el incremento en los precios de los alimentos (18 % en 2022) o de la energía (59 %), supone un nuevo golpe para el incremento de la desigualdad social y la pobreza. Antes incluso de que se disparasen los precios de los alimentos en 2022, casi 3.100 millones de personas no podían permitirse llevar una dieta saludable.
Y también se constata otra realidad, la de los trabajadores pobres. A nivel mundial, cerca de 1.700 millones de trabajadores ven como los precios de alimentación o energía, la inflación, se sitúan por encima del crecimiento de sus salarios. Esto supone, como indica la organización, “un recorte salarial en la práctica que probablemente generará desigualdad y pobreza”.
La situación de la infancia, en riesgo a pesar de los avances
La Plataforma de Infancia también ha presentado los resultados del informe “La situación de la infancia en España 2022”. A pesar de los avances en materia de derechos de la infancia –Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia, la creación del Consejo Estatal de Participación Infantil y Adolescente, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y los complementos de infancia o la garantía infantil- hacen falta recursos, desarrollos normativos y medidas específicas.
Y es que el riesgo de pobreza infantil en España ha aumentado del 27,4 % en 2020 al 28,9 % en 2021. Se trata de la cifra más alta de pobreza infantil en los últimos 5 años. Algunos datos que rodean a esta pobreza infantil:
- mientras que hay un 28 % de menores en pobreza, las ayudas o becas comedor solo llegan al 11 % del alumnado;
- la tasa de abandono escolar temprano en España se situó en el 13,3 % en 2021, mientras que en Europa es del 9,7 %;
- solo el 26,3 % de los niños de familias con rentas más bajas acceden a la educación de 0-3 años, frente al 62,5 % de los que provienen de familias con rentas más altas.
Subir impuestos a las grandes fortunas
La principal conclusión del estudio de Oxfam Intermon es que si se aplicara un impuesto a los multimillonarios y milmillonarios de hasta el 5 %, se podrían recaudar 1,7 billones de dólares (1,5 billones de euros) anuales, permitiendo a 2.000 millones de personas salir de la pobreza, además de financiar un plan para acabar con el hambre en el mundo, siendo la “vía para lograr un mundo más justo, sostenible y sin pobreza”.
Oxfam considera que debería de aspirarse a reducir a la mitad el número de milmillonarios existentes y la enorme concentración de su riqueza de aquí a 2030 elevando la presión fiscal sobre el 1 % más rico, junto con otras políticas. Esta medida permitiría reducir los milmillonarios y su riqueza a los niveles de 2012. Esto sólo se conseguirá poniendo fin a décadas de rebajas y privilegios fiscales para grandes empresas y fortunas.
Los Gobiernos tienen la alternativa de aplicar una serie de impuestos progresivos que permitirían recaudar unos ingresos muy necesarios y reducir la desigualdad económica extrema. Para ello, Oxfam insta a los Gobiernos y organismos internacionales a:
- Aplicar impuestos de solidaridad temporales sobre la riqueza y beneficios extraordinarios de las empresas.
- Incrementar, de manera sistemática, el impuesto sobre la renta del 1 % más rico, con tipos impositivos más elevados para los multimillonarios y los milmillonarios.
- Gravar el patrimonio de los “súper ricos” a tipos impositivos lo suficientemente elevados.
- Fortalecer las administraciones públicas y tributarias para que puedan supervisar a las grandes fortunas y empresas.
- Romper el círculo vicioso de la captura política y garantizar una participación igualitaria en la elaboración de las políticas fiscales.
Desde USO coincidimos con Oxfam en su diagnóstico: el sistema impositivo es la base del sostenimiento de cualquier sociedad moderna y solidaria. El coste de los servicios públicos, de cualquier índole, ha de financiarse a través de un sistema fiscal suficiente, eficaz, eficiente, equitativo y progresivo, siendo quien más tenga, el que más contribuya. La política fiscal, que defendemos desde el sindicato, es uno de los principales mecanismos con los que cuenta el Estado para paliar la desigualdad que genera el sistema económico y la coyuntura actual.
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