En el marco del Día Internacional de la Infancia, desde USO visibilizamos las condiciones que enfrentan los niños y los adolescentes a nivel mundial y en España

Tenemos la costumbre de hablar de la infancia reconociendo sus virtudes y pensando en el futuro. Sin embargo, poco paramos a pensar en que su presente determina las condiciones y herramientas con las que podrán afrontar los desafíos y retos en su etapa adulta. En ese sentido, tenemos que redoblar esfuerzos por garantizarles una mejora calidad de vida. Ya que el presente de la infancia se encuentra plagado de violencia, carencias materiales y problemas de salud mental.

Violencia sexual en la infancia

De acuerdo con UNICEF más de 370 millones de niñas y mujeres han sufrido abusos sexuales antes de los 18 años. En este mismo supuesto se encuentran entre 240 y 310 millones de niños y varones. La mayor incidencia de violencia sexual se produce entre los 14 y los 17 años y los niños y niñas que sufren violencia sexual son más proclives a sufrir abusos repetidos, además, las infancias supervivientes de abuso sexual suelen arrastrar el trauma hasta la edad adulta.

En España, de acuerdo con el Ministerio del Interior, en el año 2023, el 42,6 % de los delitos contra la libertad sexual fueron cometidos contra niños, niñas y adolescentes, cifra que ha aumentado sostenidamente en la última década.

Pobreza infantil

De acuerdo con el análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con enfoque de infancia 2024, elaborada por la Plataforma de la Infancia España, atraviesa por un contexto alarmante en materia de pobreza infantil. En 2023, 2,7 millones de niños, niñas y adolescentes se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, es decir, el 33,9 % de la población infantil. Esta cifra aumentó en 1,7 puntos respecto de 2022.

Además, el 28,9 % de la infancia se encuentra en situación de pobreza, la carencia material severa, se sitúa en su máximo histórico en un 10,8 % y el 13,7 % de la infancia viven en una situación de pobreza severa. El 54,9 % de los niños, niñas y adolescentes declaran tener dificultades para llegar a fin de mes porcentaje que aumentó en 2,8 puntos porcentuales respecto de 2022.

Los hogares con mayor vulnerabilidad económica son los monoparentales. En ese sentido, más de la mitad (53,1 %) se encuentran en situación de pobreza y/o exclusión social. Por su parte, la infancia con personas progenitoras de origen migrante, sobre todo extracomunitarios, enfrentan un 73,3 % de riesgo de pobreza y/o exclusión social, además el 51 % sufre pobreza monetaria. Otro factor a destacar es la relación entre los hijos e hijas de personas con bajo nivel de estudios, el 76,4 % de hogares con personas progenitoras con estudios primarios se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

La adolescencia, es decir, el rango de edad de los 13 a los 17 años, constituye la etapa con mayores dificultades. En ese sentido, la tasa de pobreza y/o exclusión social se ubica en un 37 %, la de pobreza monetaria en un 32,1 % y las privaciones materiales severas en un 23,3 %

Salud mental

La Organización Mundial de la Salud, estima que en el mundo entre el 10 % y el 20 % de las y los adolescentes experimentan problemas de salud mental, siendo antes de los 14 años cuando la mayoría de las enfermedades mentales comienzan. En España, de acuerdo con el estudio elaborado por UNICEF, “La salud mental es cosa de niños, niñas y adolescentes”, el 41,1 % de las y los adolescentes ha experimentado un problema de salud mental en los últimos 12 meses y más de la mitad, el 51,4 % no ha pedido ayuda, debido principalmente a que no quieren que sus familias sepan lo que les pasa. Además 4 de cada 10 considera que sus problemas de salud mental no son importantes o no saben a dónde solicitar ayuda.

Las y los adolescentes piensan en casi la mitad de los casos (47 %) que las personas adultas consideran que quienes sufren problemas de salud mental son muy sensibles y deben ser tratados con cuidado para no contrariarlos ni enfadarlos, además de que utilizan los problemas de salud mental para justificar comportamientos que no están bien.

La valoración de los elementos determinantes de la salud mental por parte de las y los adolescentes es diversa, mientras más alto es el nivel socioeconómico hay una mayor consideración respecto de la influencia de la dieta equilibrada y el ejercicio físico en el bienestar y la salud mental. Una valoración común en torno a los factores que afectan a la autoestima como el bullying o ciberbullying como los que más afectan a la salud mental. La baja autoestima es determinante para las adolescentes en la salud mental, el 77,8 % la considera un factor fundamental, frente al 58,6% de los adolescentes. En ese mismo sentido, tener un físico determinado es fundamental para el 73,5 % de las chicas, frente al 50,8 % de los chicos.

Mejores condiciones para nuestras niñas, niños y adolescentes

Desde USO, en este día de reivindicación, queremos alzar la voz y reclamar mejores condiciones para nuestras niñas, niños y adolescentes, quienes sufren, viven y sobreviven en un contexto hostil que no les proporciona en muchos de los casos los satisfactores mínimos para vivir en condiciones dignas.

Las desigualdades les afectan desproporcionadamente, las condiciones de precariedad y privación material siguen afectando casi a 3 de cada 10. Es por ello que necesitamos seguir trabajando por conseguir mejores condiciones laborales, salarios justos que sean accesibles a todas las personas, sin importar su sexo, origen o nivel de estudios, para lograr mejores condiciones de vida para todas las infancias; necesitamos políticas integrales, con enfoque interseccional de género y de derechos humanos que terminen con la perpetuación de la pobreza y la exclusión social.