El Día Mundial contra el Trabajo Infantil arroja por primera vez en dos décadas un retroceso en los objetivos de descenso de cifras
Primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil en dos décadas en el que hablamos de retroceso, de peores cifras. Un informe realizado conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF evidencia un retroceso en el descenso en las cifras de trabajo infantil para el periodo 2016-2020. El informe refleja un aumento en más de 8 millones de niños en esta situación; pasando de 152 millones a 160 millones los niños y niñas víctimas de trabajo infantil.
La Confederación Sindical Internacional (CSI), de la que USO forma parte, valora estas cifras como “escandalosas” y “vergonzantes”, y considera que las respuestas están sobre la mesa. Para la secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, se puede hacer frente a la lacra del trabajo infantil a través de un nuevo contrato social para las personas trabajadoras. Debe incluir un llamamiento a la creación de trabajo decente para los adultos, y a la inversión en protección social y en servicios inclusivos, como el cuidado y la educación.
USO, junto con la Confederación Europea de Sindicatos (CES), reclama la puesta en marcha cuanto antes de una ley europea de diligencia debida ambiciosa. Que sea capaz de responsabilizar a las empresas por sus actuaciones contrarias a los derechos humanos; como es el caso del uso de mano de obra infantil en las cadenas de suministro.
Informe de la OIT y UNICEF
El objetivo de la celebración, cada 12 de junio, del Día Mundial contra el Trabajo Infantil es el de sensibilizar y denunciar la explotación infantil que se lleva a cabo en muchos países del mundo. En ellos, se obliga a los niños a trabajar, negándoles el derecho a la educación, la salud y una vida plena para poder desarrollarse y alcanzar un bienestar integral. Este año 2021, además, la ONU lo declaró como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil.
Cada 4 años, la OIT elabora un informe sobre la situación del trabajo infantil en el mundo. El último estudio ha sido elaborado junto con UNICEF y revela los datos del 2016 al 2020, por lo que no incluye el efecto de la pandemia de covid-19. Las estimaciones se realizan a través de más de 100 encuestas de hogares realizadas a las dos terceras partes de la población mundial de niños que tienen entre 5 y 17 años.
La situación del trabajo infantil en el mundo
Los datos recabados son alarmantes. El progreso global contra el trabajo infantil se ha estancado desde 2016. El porcentaje de niños víctimas de trabajo infantil no ha variado, pero el número total de niños en esta situación ha aumentado en 8 millones. Del mismo modo, el porcentaje de niños en trabajos peligrosos ha continuado sin cambios. Sin embargo, ha aumentado en términos absolutos hasta los 6,5 millones de niños.
En total, 160 millones de niños (63 millones de niñas y 97 millones de niños) trabajaban en el mundo a principios de 2020; lo que representa 1 de cada 10 niños. De estos, 79 millones realizan un trabajo peligroso que pone directamente en riesgo su salud, seguridad y desarrollo moral.
A nivel global, las cifras muestran un continuo progreso contra el trabajo infantil en Asia y el Pacífico, y en América Latina y el Caribe. Sin embargo, no sucede lo mismo en el África subsahariana. Allí, desde 2012 se ha visto un aumento tanto en el número como en el porcentaje de niños que trabajan. En la actualidad, existen más niños en situación de trabajo infantil en el África subsahariana que en el resto del mundo junto. Se hace así imprescindible avanzar en esta región para progresar en los objetivos mundiales.
En cuanto a la edad, en los últimos cuatro años se han registrado progresos continuos entre los niños de 12 a 14 años y de 15 a 17. En ambos grupos de edad, ha disminuido el trabajo infantil en términos porcentuales y absolutos, continuando la tendencia a la baja de años anteriores. No sucede lo mismo con los niños de entre 5 y 11 años, cuyas cifras indican una ralentización del progreso en este grupo de edad. En 2020, había 16,8 millones más de niños de 5 a 11 años en situación de trabajo infantil que en 2016.
Otros datos relevantes sobre trabajo infantil
Además, otros aspectos reseñables del informe son:
- La prevalencia del trabajo infantil en los niños es mayor que en las niñas en todas las franjas de edad (11,2% de los niños se encuentran en esta situación, frente al 7,8% de las niñas). Sin embargo, cuando se amplía la definición de trabajo infantil para incluir las tareas domésticas durante 21 horas o más a la semana, la brecha de género entre niños de 5 a 14 años se reduce a casi la mitad.
- El trabajo infantil es mucho más común en las áreas rurales: 122,7 millones de niños en el ámbito rural frente a 37,3 millones en el ámbito urbano.
- La mayor parte del trabajo infantil se da en la agricultura (el 70% del total).
- La mayoría se da en el seno de las familias, principalmente en explotaciones agrícolas familiares o en microempresas familiares (el 72% del total de niños víctimas de trabajo infantil).
- Se asocia frecuentemente con niños que no van a la escuela: más de una cuarta parte de los niños de 5 a 11 años y más de un tercio de los niños de 12 a 14 años que trabajan no están escolarizados.
Medidas para combatir el trabajo infantil
La crisis del covid-19 amenaza con erosionar aún más los avances mundiales. Hay análisis que sugieren que otros 8,9 millones de niños trabajarán para finales de 2022 como resultado del aumento de la pobreza provocado por la pandemia. Sin embargo, esta previsión no es en absoluto una conclusión inevitable y el impacto real dependerá de las políticas que se lleven a cabo. El aumento de la cobertura de protección social podría compensar el impacto del covid-19, así como la inversión en educación, en trabajo decente para los adultos y en una mayor seguridad de las cadenas de producción internacionales.
La pandemia nos ha recordado la necesidad trascendental de la cooperación internacional para superar los retos globales. Los países deben colaborar conjuntamente dentro del marco del artículo 8 del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil (Convenio nº182), así como de la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
A través de ella, los dirigentes se comprometieron a “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados. Y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.”
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