USO se suma a la petición de inversión en el acceso universal a la protección, en empleos, en la economía de cuidados y en educación, para acabar con el trabajo infantil
El 12 de junio de cada año se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con el objetivo de sensibilizar y denunciar la explotación infantil que se ejerce sobre millones de niños y niñas. El último informe de la OIT y UNICEF de 2020 alerta del aumento por primera vez en décadas, lo que nos aleja del cumplimiento del ODS 8.7: erradicar el trabajo infantil para 2025.
USO, junto con la CSI, acoge con satisfacción las conclusiones adoptadas por la 5ª Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil que realizan un llamamiento a la acción para acabar con esta lacra, haciendo especial hincapié en el aumento de la protección social universal.
Aumento del número de niños y niñas en situación de trabajo infantil
Se considera niños trabajadores a aquellos que son demasiado jóvenes para trabajar o participan en actividades peligrosas que pueden comprometer su desarrollo físico, mental, social o educativo. En los países menos desarrollados, algo más de uno de cada cuatro menores (de entre 5 y 17 años) realiza trabajos considerados perjudiciales para su salud y desarrollo.
Por regiones, África, Asia y el Pacífico son las que representan el mayor número de niños y niñas en situación de trabajo infantil: nueve de cada diez niños. Según las últimas estimaciones por regiones, el trabajo infantil representa un total de 152 millones de niños, cifra que asciende actualmente por encima de los 160 millones debido al impacto del covid-19:
- 72 millones en África;
- 62 millones en Asia y Pacífico;
- 11 millones en las Américas;
- 6 millones en Europa y Asia Central;
- un millón en los Estados árabes.
El último informe conjunto de la OIT y UNICEF en 2020 recoge esta cifra de 160 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años que trabajan. Y de estos, casi la mitad, 79 millones, ejercen alguna de las peores formas de trabajo infantil, como la esclavitud, la trata, el trabajo forzoso o el reclutamiento para conflictos armados. Este tipo de trabajos han aumentado en 6,5 millones desde 2016. Un aumento en general del trabajo infantil que va en detrimento de la tendencia decreciente registrada en los últimos 20 años, y que se centra especialmente en los niños de entre 5 y 11 años.
Conclusiones de la 5ª Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil
Entre el 15 y el 20 de mayo se celebró la 5ª Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, que instó a los gobiernos a redoblar sus esfuerzos para acabar con esta lacra.
La Conferencia adoptó la resolución “Llamamiento a la Acción de Durban”, en la cual se exhorta a convertir el trabajo decente en una realidad para adultos y jóvenes que tienen la edad mínima para trabajar mediante la aceleración de las iniciativas para eliminar el trabajo infantil, dando prioridad a las peores formas de trabajo infantil:
- Fin al trabajo infantil en la agricultura.
- Fortalecer la prevención y la eliminación del trabajo infantil. Se incluyen sus peores formas: trabajo forzoso, esclavitud moderna y trata de personas, así como la protección de los supervivientes a través de respuestas de políticas basadas en datos y adaptadas a los supervivientes.
- Asegurar el disfrute del derecho de los niños a la educación y el acceso universal a educación y formación gratuitas, obligatorias, de calidad, equitativas e inclusivas.
- Aumentar la financiación y la cooperación internacional para la eliminación del trabajo infantil y el trabajo forzoso.
- Lograr el acceso universal a la protección social.
- A pesar del avance en la ratificación de convenios como el 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y del 138 sobre la edad mínima, la ratificación por sí sola no basta para acabar con esta lacra; como así denuncia la Confederación Sindical Internacional (CSI) de la que USO es miembro.
Desde USO nos unimos al llamamiento global para que los gobiernos inviertan en medidas efectivas que logren acabar con el trabajo infantil. El acceso universal a la protección; la inversión en empleos; en la economía de cuidados y en educación, son aspectos clave para luchar contra el trabajo infantil.
De aquí a 2025, la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU busca eliminar el trabajo infantil, así como el trabajo forzoso para 2030. Una meta que no se va a alcanzar sin que los gobiernos de pongan en marcha las acciones del Llamamiento de Durban.
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