El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. Inmersos en esta crisis global sanitaria por el covid-19, es cuando más atención debemos prestar al alcance que tiene el poder acceder a los recursos que hacen imprescindibles el sostenimiento de la vida.
Entre los Objetivos del Desarrollo Sostenible, se incluye en la meta 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030. En medio de esta pandemia global, no paramos de recibir los consejos de la Organización Mundial de la Salud acerca de lavarnos las manos con agua y jabón asiduamente para frenar la propagación del COVID-19. Sin embargo, ¿es esto realmente posible para todo el mundo?
Acceso al agua y al saneamiento
Actualmente, existen 2.200 millones de personas que viven sin acceso al agua potable, imprescindible para la vida social y económica. En los países menos adelantados, el 22% de los centros sanitarios carecen de fuentes de agua; el 21%, de servicios de saneamiento, y el 22%, de servicios de gestión de desechos, según fuentes de la OMS. Hay millones de personas diariamente expuestas a virus e infecciones, que acuden a trabajar enfermas.
En nuestro país, el relator de la ONU para la Pobreza Extrema y los Derechos Humanos, Philip Alston, denunció en su visita la situación en la que viven muchas personas. “Hay lugares con peores condiciones que un campo de refugiados, sin agua corriente y electricidad”, aseveró el enviado de la ONU. Muchas de estas personas que viven en estas condiciones están yendo a trabajar sin las mínimas medidas de higiene.
El acceso al agua, un derecho universal
El acceso al agua y al saneamiento se configura como un derecho humano cuyo acceso debe ser universal para todas las personas. Para ello es imprescindible que la gestión de este recurso sea garantizada por los servicios públicos, para evitar su mercantilización y privatización.
De este modo nos aseguraremos que el consumo de agua corriente regular de gran calidad y titularidad pública se suministre a toda la ciudadanía. La no privatización del agua es una meta imprescindible también para no seguir deteriorando el medio ambiente. No hay que olvidar el grave impacto que tiene sobre el ecosistema el consumo de agua envasada en plástico, además del coste varias decenas de veces superior para la ciudadanía.
Desde USO queremos poner en valor el acceso universal al agua potable y al saneamiento, situando la sostenibilidad medioambiental en el centro. Envueltos en este contexto de pandemia global, queremos manifestar la importancia que tiene el poner este recurso a disposición de todas las personas para poder desarrollar una vida y un trabajo decentes.
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