Los trabajadores de la empresa textil Selvafil, de Maçanet de la Selva (Girona), han secundado ya tres jornadas de huelga por las altas temperaturas que deben soportar en la planta, donde es habitual llegar a los 37º C o incluso sobrepasarlos. Hoy, en asamblea, decidirán las nuevas movilizaciones. Pero, ¿cuáles son los incumplimientos reales de la empresa, que no garantiza la salud laboral de su plantilla? Los repasamos con el Gabinete de Salud Laboral de USO:
Trabajan a más de 10º de lo que deberían y con excesiva humedad
La legislación actual recoge las condiciones de trabajo que deben cumplir los diferentes centros de trabajo, limitando a un máximo de 27º el ambiente para trabajos sedentarios y a 25º para los trabajos ligeros. En el mejor de los supuestos, la planta de Selvafil supera esta normativa en 10º. Las condiciones de la planta han provocado ya al menos seis desmayos por golpes de calor en el último año, tres de ellos en las últimas semanas. El golpe de calor requiere una rápida intervención de los servicios médicos porque, en casos extremos, podría llegar a ser mortal. Se debe a un incremento de la temperatura interna por encima de los 40,5º C. Puede aparecer de forma brusca y sin síntomas previos. Se caracteriza por el cese de la sudoración, piel caliente y seca, alteraciones del sistema nervioso central, confusión y desmayo.
Además de la temperatura extrema para el trabajo, en el local se genera mucha humedad por el propio proceso de fabricación de hilo. Selvafil fabrica distintos tipos de hilados técnicos y las condiciones de elevada humedad relativa en los puestos de trabajo generan situaciones de agobio que suponen un estrés añadido, ya que, con el aumento de la humedad relativa, la sensación térmica se dispara por encima de esos 37º C del termómetro, llegando a ser estresante para el ser humano. En muchas instalaciones se trabaja con poliéster, material que precisa de unas condiciones altas de temperatura para su fusión y posterior hilado de en torno a 250º C.
El estudio térmico no puede evaluarse en noviembre
Una de las pruebas presentadas por la empresa para defender que la temperatura no suponía un riesgo para los trabajadores era un estudio térmico… realizado en noviembre. Las evaluaciones de riesgos por diversos métodos, como WBGT o Índice de Sudoración Requerida, deben realizarse en las épocas en las que existe mayor riesgo de exposición a las altas temperaturas; es decir, en la situación más desfavorables para el trabajador, como es este mes de julio.
En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, se denomina estrés térmico a la causa de los diferentes efectos para la salud que se producen por exposición a temperaturas extremas, ya sea por calor o por frío. El estrés térmico se corresponde con la carga térmica que soporta el/la trabajador/a, resultante de la interacción entre las condiciones ambientales, el calor metabólico del trabajo y la vestimenta.
Como medidas preventivas principales, podemos enumerar:
• la realización de pausas frecuentes o el aumento de las existentes.
• rotación de tareas en los puestos de trabajo a otros con menos carga térmica.
• continua y adecuada hidratación con agua, evitando las bebidas azucaradas o con cafeína.
• adaptar los lugares de trabajo con ventiladores, climatizadores, persianas que protejan del sol.
• vestir con ropa amplia y cómoda y tejidos transpirables.
• información y formación de los trabajadores sobre los efectos, medidas y primeros auxilios a adoptar.
Desde USO, entendemos que existen muchos trabajadores expuestos hoy en día a riesgos graves, como el golpe de calor, debido a una incorrecta gestión de la prevención en muchas empresas, donde no se ha localizado o evaluado correctamente el riesgo. La negativa de Selvafil a adaptar el lugar de trabajo mediante sistemas de refrigeración está poniendo en grave riesgo la salud de su plantilla, que tiene sobrados motivos para reclamar mejores condiciones ambientales.
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