El precio del alquiler ha seguido subiendo durante los meses de julio y agosto, y complica cada vez más el problema de la vivienda
El precio del alquiler se ha incrementado un 8,6 % en julio, en comparación con el mismo mes de 2023, y un 9,8 % en agosto, según sendos informes de portales inmobiliarios. El primero, sitúa el precio por metro cuadrado en 12,59 euros; y en 13,10 euros lo coloca el segundo de los estudios.
La media del alquiler en España supera los 1000 euros al mes. Es la primera vez en la historia que se supera esta barrera. Se ha llegado a esta situación tras dos años consecutivos de subidas considerables.
España ha pasado de una variación interanual del 3,4% de julio de 2023 al 9 o 10 % actual (en función de las fuentes) actual en el mismo periodo de 2024. Además, el metro cuadrado ha subido un euro en un año.
Estas variables están asfixiando la emancipación de los jóvenes, cada vez más tardía, pero también el acceso a una vivienda digna de cualquier familia de ingresos medios y bajos.
Actualmente, la edad de emancipación se sitúa en nuestro país en los 30,3 años de media, una de las más altas de Europa. Esto está provocando que la vivienda sea un bien de lujo, cada vez al alcance de menos bolsillos, en lugar del derecho reconocido en la Constitución.
Además, la única alternativa para las personas menores de 40 años está siendo la de compartir piso o volver a casa de sus padres si habían podido independizarse previamente.
La mayoría del salario se destina al alquiler
A los jóvenes españoles les cuesta más emanciparse que al resto de la juventud de la Unión Europea. La tasa de emancipación española está en el 16,3 % en menores de 30 años, mientras que la de media europea alcanza casi el doble (31,9 %). El gran problema para alcanzarla está en el desorbitado precio de la vivienda y los bajos salarios.
El salario medio de los jóvenes de nuestro país se situaba en 1.005,22 euros netos al mes en 12 pagas. Es decir, que una persona joven tiene que destinar prácticamente la totalidad de su sueldo a pagar una vivienda. Como hemos podido observar en los datos inmobiliarios, el coste medio del alquiler está por encima de los 1.000 euros. Este dato evidencia que es imposible poder emanciparse de la familia para vivir solo.
Además, a este coste no hemos sumado los gastos medios que genera un piso en suministros. Esto provoca que el desembolso que origina una vivienda esté por encima del salario. Sumando ambas cantidades, estaríamos hablando de un mínimo de unos 1.100 euros al mes. Compartir piso no es una opción, sino una necesidad. Hace unos años, era una tendencia de los estudiantes; ahora, también lo es de los trabajadores.
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